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DÍA 2: LOS APOCALIPSIS EN LA BIBLIA HEBREA

La comprensión del libro de Apocalipsis depende de la visión que la Biblia hebrea tiene de la realidad y del vocabulario que allí se usa para apocalipsis: galah (גלה) "revelar" o "dejar al descubierto".

A lo largo de la Biblia hebrea, existen ejemplos de "apocalipsis". Estos apocalipsis son momentos en la vida de una persona en los que Dios se revela de tal manera que el observador se ve sorprendido por la perspectiva divina en la historia de la humanidad. Estos momentos casi siempre implican estados de conciencia alterados (sueños, visiones) como resultado de prácticas ascéticas (ayuno, meditación, oración, aislamiento). En estos momentos de conciencia más elevada, la persona se da cuenta de que su situación o entorno actual está realmente impregnado de la presencia y el poder divino. En un momento apocalíptico, el Cielo se une a la Tierra en la mente y el corazón del visionario, y es capaz de ver la realidad de una manera que otros no pueden.

Aunque hay varios momentos apocalípticos en la Biblia (veremos la lista más adelante), no todos son ejemplos de literatura apocalíptica. ¡Hablaremos de ellos más adelante!

- Adán en Génesis 2 - Abraham en Génesis 12, 15, 17 y 22

- Abimelec en Génesis 20

- Jacob en Génesis 28

- Moisés en Éxodo 3 y 19-24, 25-31, y Deuteronomio 32-33

- Samuel en Silo: 1 Samuel 3 - David en Jerusalén: 2 Samuel 7

- Salomón en Gabaón: 1 Reyes 3

- Micaías en 1 Reyes 22

- Isaías en Jerusalén: Isaías 6 - Jeremías en Jeremías 1

- Ezequiel en Babilonia: Ezequiel 1, 8-11, 40-48

- Amós en Israel: Amós 8-9

- Zacarías en el Judá postexílico: Zacarías 1-6

- Daniel en Babilonia: Daniel 1-7

En las lecturas de hoy, veremos varios casos en la Biblia hebrea en los que se utiliza la palabra gala (גלה) y se "revela o deja al descubierto" a algo o a alguien. Ahora veremos una historia en particular donde Jacob tiene una revelación en Génesis 28:10-17.

El contexto aquí nos muestra a Jacob corriendo por su vida hacia el exilio porque acaba de engañar a su hermano y decepcionar a su padre. A su entender, su antigua vida había terminado. Fíjate mientras lees que la revelación de Jacob se produce a través de un estado alterado de conciencia: un sueño. Esto es típico de los momentos apocalípticos en la Biblia. A través de los sueños y de las visiones, la conciencia de las personas se expande y se eleva, de modo que pueden ser conscientes de la realidad absoluta de una manera que normalmente nos parece inaccesible. En esta historia, Jacob advierte que su entorno es un lugar donde el Cielo y la Tierra se sobreponen, donde la presencia y el propósito de Dios están activos y obrando.

Dios se revela a sí mismo para que Jacob pueda obtener una perspectiva celestial sobre sus circunstancias. Su doloroso exilio no es el fin. En realidad, sus 20 años de servidumbre y trabajo se convertirán en el medio por el cual Dios cumplirá sus promesas a Abraham: restaurar la bendición del Edén a todas las naciones a través de él. Dios proveerá a Jacob en medio de la dificultad y lo llevará de nuevo a la tierra prometida.

El propósito de este apocalipsis es aportar apoyo y seguridad de que la vida de Jacob no había perdido el rumbo. Más bien, su doloroso exilio formará parte del plan definitivo de Dios para el bien.