ORDEN Y LIMPIEZA ESPIRITUALSample

Orden y limpieza en los pensamientos

Los expertos en neurociencia afirman que, una persona puede tener aproximadamente 60.000 pensamientos al día, y la mayoría de ellos son negativos. Es común que en algunas oportunidades se nos dificulte gestionar positivamente los pensamientos, ya que recibimos incalculables volúmenes de información diariamente, la cual en muchas ocasiones termina por alimentar nuestros miedos y temores de que lo peor está por suceder.

Si estás luchando con pensamientos de tristeza, dolor, ansiedad, egoísmo, celos, injusticia, culpa o cualquier otro pensamiento negativo, debes saber que Dios en Su Palabra nos invita a renovar nuestros pensamientos de manera constante (Romanos 12:2) para conocer Su voluntad, buena agradable y perfecta. Cuando los pensamientos negativos se quieran instalar en tu mente, de manera decidida declara la palabra de Dios en tu vida, aprópiate de Sus promesas y determina vivir en bendición.

Así mismo, Proverbios 4:23 nos enseña que, debemos cuidar nuestro corazón, porque del corazón humano salen los malos pensamientos, la inmoralidad sexual, los robos, los homicidios, los adulterios, la avaricia, la maldad, el engaño, el libertinaje, la envidia, la calumnia, la arrogancia y la necedad. Todos estos males vienen de adentro y contaminan a la persona.

Seguramente en algún momento de tu vida has luchado con pensamientos negativos, pero debes recordar siempre lo que Dios establece en Su Palabra:

Cuando tu mente te dice: Estás solo (a).

Dios te dice: Iré delante de ti, no te dejaré ni te desampararé (Deut. 31:28).

Cuando tu mente te dice: No vales nada.

Dios te dice: Eres de gran estima, honorable y yo te amo (Isaías 43:4).

Cuando tu mente te dice: Estás derrotado (a).

Dios te dice: Eres más que vencedor en Cristo (Romanos 8:37).

Cuando tu mente te dice: Tienes miedo.

Dios te dice: Yo soy tu Dios y te sostengo, no temas, yo te ayudo (Is: 41:13).

En la Palabra de Dios encontrarás abundantes promesas que te ayudarán a reafirmar tus pensamientos, actívalas en tu vida y llévalas a la acción cuidando lo que escuchas y lo que ves, aprendiendo a ser selectivo y desechando todo aquello que no trae bendición.