Meditando en La Palabra a Lo Largo Del AñoSample
«Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono.» (Apocalipsis 3:21)
Uno de los temas recurrentes que vemos en los Evangelios es la promesa profetizada sobre el Cristo, que después de haber resucitado, Cristo se sentaría a la diestra del Padre. Es la gran señal de la aprobación divina y a la vez del descanso o reposo del Hijo. Aquí en Apocalipsis, Cristo promete esa misma aprobación y reposo al cristiano que vence. Ahora bien, es importante enfatizar que este reposo no viene como recompensa de un esfuerzo espiritual. La Biblia claramente enseña que no hay nada que podamos hacer para merecer la aprobación de Dios. Es sólo por medio del sacrificio de Cristo en la cruz que podemos tener la esperanza de entrar en este reposo. Pero tal como Cristo venció y luego se sentó a la diestra del Padre, el cristiano que ha sido fiel en andar en comunión con su Salvador y ha luchado contra el pecado y la carne por medio del Espíritu Santo, un día se sentará con Cristo en glorioso reposo. Es una promesa preciosa de gracia que Jesús extiende a su pueblo. Nuestro mayor peligro viene cuando buscamos ese prometido reposo en esta vida. Nos es fácil querer acomodarnos aquí y ahora en vez de seguir adelante con la lucha espiritual en esperanza del reposo futuro.
Sigamos buscando vencer, luchando contra las tentaciones y manteniéndonos firmes en las pruebas con la fuerza que Dios nos dará. Recordemos que todavía estamos en la carrera. Sólo después de la carrera vendrá el momento de aprobación y reposo. (David Bell)
About this Plan
Un plan para leer la Biblia en un año con un corto devocional cada día tomado del pasaje de lectura (6 días de la semana). Empezarás el año en Génesis y Apocalipsis y terminarás el año en el Evangelio según Mateo.
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