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¿Qué tal el deporte? ¿Ya has aumentado un poco más? ¿Estás cerca de los 30 minutos diarios? Hoy puedes aproximarte más a tu objetivo si llevas 10 días al menos haciendo deporte, quizá puedes sumar cinco minutos.

¿Y el sueño que tal? ¿Se hace duro el minuto heroico? No sufras y sigue intentándolo.

Hoy te voy a proponer un tercer nuevo hábito importante de adquirir. Este es el tercero y el último que te propongo yo en vez de decidir uno tú para ti mismo.

¡Tienes que comer sano!

Esto es fundamental, hay que pasar por aquí. Quizá tu alimentación ya es súper sana, maravilloso entonces. Si tienes algún problema alimenticio (Trastorno de la Conducta alimentaria, sobrepeso, etc.) te invito a que busques ayuda en un médico o en un nutricionista, depende del caso. Si simplemente comes como la mayoría, hoy te voy a dar un par de consejos para que estés con más fuerzas y energías. Seguramente, si te cuesta el deporte y dormir, al cambiar tus hábitos alimentarios verás como deja de costarte tanto. Si también te sientes cansado todo el día, esto puede ser una solución. ¡Allá vamos!

Primero, bebe un vaso de agua al levantarte. Necesitas hidratarte y además eso te ayudará a activar el metabolismo y abrir el apetito. Yo dejo una cantimplora en mi mesilla de noche y nada más suena el despertador me incorporo y bebo. Esto también te ayudará a despejarte para cumplir el minuto heroico.

Segundo, desayuna. Muchas personas tienden a saltarse esta comida y eso no es bueno. También es un mito lo de que es la más importante del día, todas son igual de importantes, pero eso no quita que haya que cuidarla. Si no tienes hambre al despertar el beber agua te abrirá el apetito así que paciencia.

Tercero, desayuna proteína. Nada de azúcar blanco por la mañana (galletas, bizcocho, bollos, cereales azucarados, cacao…). Sé que ahora piensas que te acabo de quitar todas las opciones, pero créeme que hay más. Huevos, pavo o pollo si puedes. Otra opción económica es la avena o el yogurt. También puedes tomar a mayores de esto fruta (entera, no en zumo, aunque sea natural) y algo de hidratos como pan (a poder ser integral). Hay muchas recetas en Internet de desayunos sanos así que búscalas. Al hacer esto descubrirás que ese sueño terrible que te entra a media mañana desaparece y tendrás energías para toda la mañana.

Cuarto, bebe agua y no refrescos. Una cosa es que una tarde te pidas un refresco en la cafetería y otra es que todos los días bebas uno. Lo mismo el alcohol. Bebe agua y, si estás muy acostumbrado a los refrescos, échale una rodaja de limón o naranja al principio para que le de algo de sabor (pero no azúcar, que te veo venir).

Quinto, proporciona tu comida. En un plato normal medio plato debería de ser de vegetales, un cuarto de proteínas y el otro cuarto de hidratos (a poder ser integrales). No te desmoralices, las verduras están increíbles si se cocinan bien, busca recetas en Internet.

Y sexto, evita fritos y aceites refinados. Esto te va a costar más si tu no eres quien cocina en casa. Todos hemos sido ese adolescente de 14 años que quiere comer sano y su madre hace que se le pase a los dos días porque parece imposible. En este caso, haz los cambios que sí puedas hacer para comer menos comida basura (patatas de bolsa o semejantes, pizzas, comida rápida, etc.) Ya sabes tú a que me refiero. Y si el problema es que en la iglesia o grupo de jóvenes se come fatal, anímales a poner la opción sana. Yo tarde dos años, pero ahora las zanahorias con humus triunfan.

Bueno, una vez más te he dado muchas pautas. Escoge una y vuelve a este día las veces que sean necesarias para que vayas incorporando cada consejo. No hace falta que empieces todo de golpe sino poco a poco. ¿Qué crees que es lo mejor para ti ahora? Háblalo con el Señor.

¡Eres una persona increíble y lo estás haciendo genial! A Dios gracias por eso y enhorabuena a ti por perseverar.