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Liberándote de la PornografíaSample

Liberándote de la Pornografía

DAY 8 OF 30

¡Comenzamos la segunda semana! Oro al Señor para que te llene de su fuerza y de su amor para continuar en este camino de liberación y sanación.

Hoy quiero empezar a reflexionar contigo con una escena de la Biblia que le sucede a Elías. Llega a tal punto su fatiga que en 1 Reyes 19, 4 dice que se quiere morir. Entonces se echa una siesta, Dios le da de comer y beber, vuelve a echarse una siesta, Dios le vuelve a dar de comer y beber y sigue su camino hasta el monte de Dios durante cuarenta días y noches.

A veces los cristianos podemos caer en la tentación de ser excesivamente espirituales y no dar importancia a la comida, al sueño o al estar hidratados, pero Dios sí le da importancia a estas cosas. Cuando Jesús multiplica panes y peces, por ejemplo, Él no dijo algo como: hoy ya os he hablado mucho de Dios, no necesitáis comer. Sin embargo, dice “Siento compasión de esta gente porque ya llevan tres días conmigo y no tienen nada que comer. No quiero despedirlos sin comer, no sea que se desmayen por el camino" (Mt 15,32). Incluso Él mismo, cuando ayuna en el desierto y le dice al demonio que no sólo de pan vive el hombre, al finalizar su ayuno los ángeles comienzan a servirle (Mt 4,11). Es más, antes de que Jesús calme el mar, se estaba echando una siesta (Mt 8,24).

Comer sano y dormir ocho horas es fundamental para dejar la adicción con la pornografía. Comer te hará sentir mejor y aprenderás a negarte a ti mismo. Dormir es fundamental porque si no haces los ciclos del sueño que necesitas estarás irritado, cansado, nada preparado para la lucha y mucho más necesitado de dopamina fácil.

Hoy vamos a incorporar tu segundo buen hábito: Duerme 8 horas. Si quieres dormir algo más, nunca sobrepases las 9 (incluso en días libres) y si quieres dormir de menos nunca bajes de las 7. Para esto vamos a tener que acostarnos antes y levantarnos cuando nos hayamos marcado el día anterior.

Para comprometernos con esto te vas a encontrar un enemigo claro: las tecnologías. Por un lado, la luz azul nos impide descansar adecuadamente y, por otro, nos hace perder el tiempo. Además, las redes sociales mantienen el nivel de activación de nuestro cerebro y no nos dejan dormir, aunque estemos reventados. A veces cuando luchamos contra una adicción empezamos a descubrir que la raíz es aún más larga y puede que, en tu caso, también tengas una dependencia con las tecnologías. Estas no son malas, pero debemos ser nosotros los señores de ellas y no al contrario. Para ayudarte a acostarte pronto te recomiendo:

  • Usa los recursos de salud digital de tu smartphone y pon filtros de tiempo a las aplicaciones.
  • Añade filtros de luz azul a tu teléfono.
  • Haz una actividad antes de dormir que no implique el móvil (leer un libro físico es muy bueno).
  • Evita tener el móvil en la habitación (consigue un reloj con alarma para tu mesilla, si vives con tus padres ellos tienen una seguro).
  • Evita hacer deporte justo antes de dormir (te activará más).
  • Crea una rutina de sueño: Ducha, cena, oración y lectura, por ejemplo. Cualquier cosa que te ayude a relajarte. Con el tiempo lo asociarás a dormir y te empezará a entrar sueño al hacerla.

Este último paso es fundamental si tu hábito es ver pornografía o masturbarte antes de dormir. Las primeras noches para ti entonces serán duras, puede que ni siquiera seas capaz de dormirte. No importa, persevera, los hábitos se cambian. Lo importante es que no recuperes las horas que no dormiste. Es decir, si te acostaste a las 23h y tenías la alarma a las 7h y resulta que te dormiste a las 3 de la mañana, tendrás que hacer de tripas corazón y levantarte a las 7h. De esa forma, llegarás agotado por la noche y será fácil que asumas antes los nuevos hábitos. Si por el contrario postergas la hora de levantarte, llegarás mas descansado a la cama por la noche y volverás a meterte de nuevo en el ciclo, imposibilitando crear el hábito sano (además de que tendrás una sensación de fracaso que no te ayudará para nada).

¿Y que hago si me desvelo? No coger el móvil. A oscuras puedes orar, imaginar una historia de fantasía donde tú no seas el protagonista, ir tomando conciencia de cada una de las partes de tu cuerpo y relajándote, hacer respiraciones profundas. Si quieres hacer algo que te ayude a dormir entonces opta por leer.

Y por la mañana: empieza tu día viviendo el minuto heroico. Ese primer minuto cuando suena el despertador, estás cansado que sientes que te mueres, y aún así te levantas. Nada de remolonear ni posponer la alarma. No te pongas excusas. Cuando sientas la alarma levántate, aunque sea a rastras. Das gracias a Dios por la vida y comienzas el día. Será duro, pero si lo lograr será tu primer éxito del día. Si además lo completas con ventilar la habitación y hacer la cama tendrás una sensación de éxito todo el día (parece broma, pero es tal cual, pruébalo y lo verás).

Acabas de leer demasiados consejos, es el momento de que tú decidas qué vas a hacer para dormir más y mejor. Yo no te puedo hablar personalmente, ¡pero Dios sí puede! Y es el que mejor te conoce.

Dedica este tiempo de oración a preguntarle al Señor qué hábitos nocturnos o diurnos debes cambiar. Además, déjate inspirar por ese Jesús que es capaz de multiplicar todo lo que le damos y que quiere alimentarte espiritual y físicamente. Lee el pasaje y comprométete con su voluntad para tu vida.

Dios te ama con locura y va a hacer cosas grandes en ti.

¡Disfruta el camino!

Scripture

Day 7Day 9