El Hilo Rojo: La Historia De RedenciónSample
Dios responde al pecado de Adán con una promesa maravillosa de que Su pueblo tiene la esperanza de ser restaurado por medio de un mejor Adán que vendría.
Ahí mismo, en el meollo del problema, Dios bueno y justo, da a cada quien la consecuencia de sus acciones; la serpiente recibe maldición, y provee una esperanza para el hombre.
Dios no dejó a Adán y a Eva sin esperanza, sino que puso en acción el plan de redención que creó desde antes de la fundación de los cielos y la tierra. Después de la caída, la humanidad estuvo a la espera de un mediador entre Dios y el hombre que restaurara su relación. Así, el hombre podría estar delante de Él sin que su santidad lo consumiera a causa del pecado.
Esta promesa no se ve cumplida de inmediato, pero fue tomando forma poco a poco. Desde el principio de la Biblia y hasta el fin de ella, Dios nos lleva a través de la historia de la humanidad desenvolviendo su plan de salvación.
Su plan fue reunir un pueblo para Él, uno que sí le amara. Dios no iba a desistir de Su plan porque Él no cambia. El hombre no puede arruinar Su plan, sino que Su plan siempre ha sido traer al Redentor, al Mediador que le aplastará la cabeza a esa serpiente, al diablo.
En ese plan estamos tú y yo. Adán y Eva fueron expulsados del jardín por su pecado; pero no dejados sin el cuidado y propósito de Dios. La genealogía de Jesús en Lucas 3:23-38 nos narra que Jesús proviene de la línea de Adán. ¡Es increíble el plan de Dios! De estos hombres desobedientes vino el Salvador, que fue el perfecto Adán, trayendo justicia y santidad a los que creen en Él.
Dios no se equivoca y nada se escapa de Aus manos, todo está amorosamente calculado. ¿Lo crees? Hay esperanza para el pecado, la pregunta es: ¿te sabes pecadora necesitada?
APRENDE-VIVE-LIDERA
- Aprende: Lee Génesis 12 y describe cómo el pacto con Abraham enseña la salvación de Dios.
- Vive: ¿Cómo vino Cristo a tu vida? ¿Has reconocido que eres pecadora, pero que Cristo te salva?
- Lidera: Comparte con otras
ORACIÓN
Oremos. Señor, gracias por Tu amor al no dejarme vivir en pecado. Gracias por proveer un mediador, a Tu Hijo, Jesucristo. Perdóname por no reconocer mi necesidad de Ti, y que apartada de Ti, nada puedo hacer. Ayúdame a confesar mis pecados, que reconozco que me alejan de una comunión Contigo. Ayúdame, Señor. En Cristo, amén.
Scripture
About this Plan
El relato de la historia de Dios desde Génesis hasta Apocalipsis acerca de Su plan de salvación por medio de Cristo, Su Único Hijo.
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