Dios Te AmaSample

Derogación del Antiguo Pacto e introducción del Nuevo Pacto

LA PRIORIDAD DEL NUEVO PACTO ES LA SALVACIÓN, NO EL CASTIGO DEL HOMBRE

IDEAS BÁSICAS

• Usando la religión, los judíos trataron de matar a Jesús, sin tener ningún interés en salvar a la gente.
• Su trampa era que la pena por adulterio prescrita por Moisés era la muerte, y estaban preparados para ejecutarla si Jesús la asumía. En este caso, sin embargo, estaba en conflicto con el liderazgo político de Roma.
• Estos líderes religiosos aún no entendían o creían que Jesús era el Mesías, el Hijo de Dios.
• La forma en que Jesús responde a este desafío muestra la diferencia obvia entre el Antiguo Pacto y el Nuevo Pacto traído por Jesús. En el Nuevo Pacto, la salvación del hombre pecador es la prioridad, no su castigo.
• Jesús le dice a la mujer que no es el castigo, cuyo peligro ha pasado, lo que debe preocuparle ahora, sino que debe abandonar el pecado y vivir una nueva vida.

Dios realmente trae esta oportunidad ante Jesús para implementar de la manera más práctica el Nuevo Pacto, cuya prioridad es la salvación del hombre pecador. Si la Ley de Moisés y el Antiguo Pacto enfatizaron el castigo por el pecado, la Ley de la Gracia, que es la ley del Nuevo Pacto traído por Jesús, enfatiza la salvación y recuperación de cada pecador. Esta historia quizás resalta más claramente el contraste entre la Ley y la Gracia. Cuando la Ley se encuentra cara a cara con la Gracia, la Ley dice muerte, y la Gracia dice PERDÓN Y VIDA ETERNA, pero no peques más, lo cual es posible sólo a través del Espíritu Santo.
Otro principio del Nuevo Pacto es que el pecado, tanto visible como oculto en el corazón del hombre, destruye al hombre, y él necesita salvación a través de la misericordia de Dios. Frente a esta verdad, debemos considerar seriamente si también nosotros todavía estamos guiados por la Antigua Alianza, que nos hace duros, implacables y llenos de orgullo al compararnos con los demás. Eso sería bueno Meditemos más en la Nueva Alianza traída por Jesús, que se basa en el perdón y el amor, y nos juzguemos a nosotros mismos, no a los demás. Nunca te dejes intimidar por aquellos que te dicen que eres malo y no tienes ninguna posibilidad, sino que ven a Jesús, como la mujer pecadora, y seguramente serás recibida y perdonada por Él. ¡Pero entonces no peques más!