Dios Te AmaSample

Derogación del Antiguo Pacto e introducción del Nuevo Pacto

JUSTICIA VERSUS AMOR

IDEAS BÁSICAS

• Esta enseñanza de Jesús resalta claramente el contraste entre el Nuevo Pacto y el Antiguo Pacto traído por Moisés al pueblo de Israel.
• El pacto traído por Jesús no promueve la justicia a cualquier costo, sino más bien el amor, la bondad, la bendición y la renuncia a la venganza.
• El Nuevo Pacto en realidad promueve el patrón de Dios, que bendice a todas las personas, tanto buenas como malas, y a los que lo bendicen y a los que lo maldicen, esperando su regreso.
• Jesús nos quiere justos, según el modelo del Padre celestial, no según las normas humanas, que no son entendidas por las personas naturales, sino comprendidas y cumplidas en la vida cotidiana por los hijos de Dios, con la ayuda del Espíritu Santo.

No resistir al que te lastima o al que te juzga, renunciar a la venganza, bendecir al que te maldice o poner la otra mejilla es vivir la vida en otro nivel, piadoso. ¿Cómo podría un hombre natural hacer eso?
Este nivel superior, predicado por Jesús, sobre el Reino de Dios, nunca puede ser comprendido, y aún más cumplido en la vida cotidiana sin nacer de nuevo, por lo tanto, transformados y vivir guiados por el Espíritu Santo. De hecho, Jesús mismo fue fortalecido y se benefició del Espíritu Santo, que vino sobre Él en el bautismo, y después de Su partida al cielo, Dios envió el Espíritu Santo a todos aquellos que recibieron a Jesús como su Señor y Salvador personal. Estas leyes de gracia traídas por Jesús representan la culminación de las leyes del Imperio Nuevo, que se basan en el perdón, el amor por los enemigos, el amor por todas las personas. Todo esto explica de alguna manera el carácter de Dios y Su amor por toda la humanidad, que también se requiere de nosotros, Sus seguidores.
Si esto no fuera posible, Dios ciertamente no nos pediría que lo hiciéramos. Pero cuando nuestra transformación y nuevo nacimiento realmente ocurren, a través del Espíritu Santo, Él nos ayuda a apropiarnos del carácter de Dios, lo cual es imposible si lo intentamos solo con nuestros limitados poderes humanos. La superioridad de las leyes del Nuevo Pacto, sin embargo, radica no sólo en el hecho de que el Espíritu Santo nos ayuda a pasar por los problemas de la vida con alegría y paz mental, sino sobre todo en el hecho de que finalmente, cuando nuestra vida termine en esta tierra, estaremos con nuestro Rey para siempre en el Reino de los Cielos. Al final, seremos juzgados por lo que Dios ve en nuestros corazones, no por lo que la gente puede ver.
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