La Primera Llenura Del Espiritu Santo: En La BibliaSample

El Espíritu Santo es la tercera persona de la Trinidad. Y es de celebrar que la comunidad de fe haya enfatizado el rol del Espíritu Santo en estos últimos 100 años mediante diversos movimientos. Por lo general, cuando un creyente menciona al Espíritu Santo lo hace en relación al bautismo (o llenura) del que habla Hechos 2:1-4, o los dones descriptos en 1 Corintios 12:4-11, y en ciertos casos, al fruto que narra Gálatas 5:22-23. Con esto podemos deducir que, sin lugar a dudas, la llenura del Espíritu Santo es un mandato divino, pues Pablo dijo: “No se emborrachen con vino, que lleva al desenfreno. Al contrario, sean llenos del Espíritu” (Efesios 5:18).

Hasta aquí es todo lo que se ha hablado hasta el día de hoy. Sin embargo, no todo consiste en hablar en lenguas o desarrollar un ministerio de índole espiritual. La persona del Espíritu Santo va mucho más allá de eso, pues Su llenura no se encierra en círculos espirituales ni ministeriales. Entonces, ¿qué?

Para sorpresa de muchos, es interesante descubrir que la primera vez que la Biblia habla de “llenura del Espíritu Santo” se encuentra en Éxodo capítulo 31, aunque cabe recordar que el equivalente al Espíritu Santo en el Antiguo Testamento es “Ruah Elohim”, es decir: “El Espíritu de Dios”.

Dice que Dios escogió a Bezalel quien fue “llenado del Espíritu de Dios”, de sabiduría, inteligencia y capacidad creativa (Éxodo 31:3). Hasta aquí todo marcha bien, ¿verdad? Pero continúa diciendo: “Para hacer trabajos artísticos en oro, plata y bronce, para cortar y engastar piedras preciosas, para hacer tallados en madera y para realizar toda clase de artesanías” (Éxodo 31:4-5). Es decir, el propósito de la llenura del Espíritu Santo no era para hablar en lenguas o profetizar, ¡sino para trabajar!

Esto significa que la llenura del Espíritu Santo nos empodera para llevar a cabo con éxito no solo ministerios espirituales, sino también aspectos laborales. Es decir, el trabajo por el que dedicamos todos los días. Existe un vínculo innegable entre la llenura del Espíritu Santo y el trabajo. El Espíritu Santo también está presente en los negocios para que puedas glorificar Su Santo nombre mediante el trabajo de tus manos. Esto es el Espíritu Santo en acción en el mundo.