ESDRAS 4
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InterrupciĆ³n de las obras#4.1-24 Este cap. describe la oposiciĆ³n que encontraron los judĆos cuando se pusieron a reconstruir el templo de JerusalĆ©n. Tal oposiciĆ³n se extendiĆ³ a lo largo de varios periodos: los vs. 1-5 se refieren al reinado de Ciro (539-530 a.C.) y al de DarĆo I (522-486); el v. 6 al de Jerjes I (486-465) y los vs. 7-23 al de Artajerjes I (464-423).
1Cuando los enemigos de JudĆ” y de BenjamĆn supieron que los que habĆan vuelto del destierro estaban reconstruyendo el templo del SeƱor, Dios de Israel,#4.1 Estos enemigos de JudĆ”, llamados en el v. 4 gente de la regiĆ³n, eran samaritanos, miembros de familias israelitas que no habĆan ido al exilio en el aƱo 722 a.C., o descendientes de los deportados por el rey de Asiria (cf. 2 R 17.24). Aquellos inmigrantes habĆan adoptado el culto del SeƱor, pero su religiosidad estaba contaminada por muchas creencias y prĆ”cticas paganas (cf. 2 R 17.25-41). 2fueron a ver a Zorobabel, a JosuĆ©#4.2 A JosuĆ©: segĆŗn la versiĆ³n griega (LXX); el heb. lo omite (cf. 4.3; vĆ©ase 3.2 nota c). y a los jefes de familia, y les dijeron:
āPermitid que os ayudemos en la construcciĆ³n, porque nosotros, lo mismo que vosotros, hemos recurrido a vuestro Dios y le hemos ofrecido sacrificios desde el tiempo de EsarhadĆ³n,#4.2 EsarhadĆ³n, rey de Asiria entre los aƱos 681-669 a.C., continuĆ³ la polĆtica de conquistas y deportaciones iniciada por su abuelo SargĆ³n (cf. 2 R 17.24-41). rey de Asiria, que nos trajo hasta aquĆ.
3Pero Zorobabel, JosuƩ y los otros jefes de familia israelitas les respondieron:
āNo podemos reconstruir junto con vosotros el templo de nuestro Dios. Lo tenemos que reconstruir nosotros solos para el SeƱor, Dios de Israel, pues asĆ nos lo ordenĆ³ Ciro, rey de Persia.#4.3 La religiĆ³n poco pura de los pobladores del lugar ponĆa en peligro la fe de Israel. Por eso, Zorobabel se niega a comprometerse con ellos.
4Entonces la gente de la regiĆ³n#4.4 La gente de la regiĆ³n: lit. pueblo de la tierra (vĆ©ase Esd 4.1 n.). NĆ³tese que el profeta Hageo atribuye el retraso de la construcciĆ³n del templo al descuido e indiferencia de la poblaciĆ³n de JudĆ” (Hag 1.9). se dedicĆ³ a desanimar a la gente de JudĆ” y a no dejarlos construir.#4.4 La hostilidad entre judĆos y samaritanos, que tenĆa sus raĆces en la divisiĆ³n del reino davĆdico (cf. 1 R 12), fue causa de graves conflictos en la Ć©poca posterior al exilio (cf. Neh 4.1-2). Esa rivalidad aĆŗn se mantenĆa en tiempos de JesĆŗs (vĆ©ase Jn 4.9 n.; cf. Jn 8.48). 5AdemĆ”s sobornaron a ciertos funcionarios del gobierno, y estos se opusieron a sus propĆ³sitos durante todo el tiempo que Ciro fue rey de Persia, y hasta el reinado de DarĆo, rey de Persia. 6En los comienzos del reinado de Asuero#4.6 Asuero: es otro nombre del rey persa Jerjes I (Est 1.1). presentaron una acusaciĆ³n contra los habitantes de JudĆ” y de JerusalĆ©n.#4.6 Algunos estudiosos ubican cronolĆ³gicamente los vs. 6-23 entre Esd 6 y 7, o entre Esd 10 y Neh 1. 7Y en la Ć©poca de Artajerjes, rey de Persia, Bislam,#4.7 Bislam: algunos comentaristas, en lugar de este nombre propio, traducen contra JerusalĆ©n; segĆŗn otros, la expresiĆ³n significa con el consentimiento de MitrĆdates. MitrĆdates, Tabeel y sus demĆ”s compaƱeros escribieron a Artajerjes.#4.7 VĆ©ase Esd 4.1-24 n.; cf. Neh 1.1. La carta estaba escrita en arameo,#4.7 La carta estaba escrita en arameo: Desde Esd 4.8 hasta 6.18 el texto estĆ” escrito en arameo, que era la lengua diplomĆ”tica del imperio persa. VĆ©ase Dn 2.4 n. donde se explica un caso similar. con su traducciĆ³n correspondiente. 8RehĆŗm,#4.8 RehĆŗm era el canciller o gobernador de Samaria (cf. v. 17). Ese distrito incluĆa tambiĆ©n el territorio de JudĆ”, y su gobernador tenĆa autoridad sobre JerusalĆ©n. que era el comandante, y Simsai, el secretario, escribieron al rey Artajerjes una carta en contra de los habitantes de JerusalĆ©n. 9-11Esta es la carta que le enviaron RehĆŗm el comandante, Simsai el secretario, y sus compaƱeros los jueces, generales y funcionarios de Persia, Ćrec, Babilonia y Susa, o sea Elam, y el resto de las naciones que el grande e ilustre Asnapar#4.9-11 Asnapar: Posiblemente se trata de Asurbanipal, que fue rey de Asiria durante los aƱos c. 668-629 a.C. y continuĆ³ la polĆtica de SargĆ³n y EsarhadĆ³n (vĆ©ase Esd 4.2 nota d). llevĆ³ desterradas e instalĆ³ en las ciudades#4.9-11 Las ciudades: segĆŗn el texto griego (LXX); heb. la ciudad. de Samaria y en el resto de la provincia al oeste del rĆo Ćufrates:#4.9-11 La provincia al oeste del Ćufrates: Esta satrapĆa o provincia incluĆa toda la regiĆ³n de Siria y Palestina (vĆ©ase Ćndice de mapas). Su gobernador o sĆ”trapa (cf. Esd 5.3-4) tenĆa autoridad sobre los gobernadores de Samaria y JudĆ”.
āAl rey Artajerjes, de parte de sus siervos de la provincia al oeste del rĆo Ćufrates:
12āPonemos en conocimiento de Su Majestad que los judĆos que de parte de Su Majestad vinieron a nosotros, han llegado a JerusalĆ©n y estĆ”n reconstruyendo esta ciudad rebelde y perversa. Ya han comenzado a levantar las murallas y a reparar los cimientos. 13Y ponemos tambiĆ©n en conocimiento de Su Majestad que si esta ciudad es reconstruida y levantada su muralla, esa gente no querrĆ” pagar tributo ni impuestos ni derechos, con lo que el tesoro real sufrirĆ” pĆ©rdidas. 14Y como nosotros estamos al servicio de Su Majestad,#4.14 Estamos al servicio de Su Majestad: lit. comemos la sal del palacio, es decir, la administraciĆ³n real proporciona los medios de subsistencia. no podemos permitir que se ofenda a Su Majestad de tal manera. Por eso enviamos a Su Majestad esta informaciĆ³n, 15para que se investigue en los archivos de los antepasados de Su Majestad. Por lo que allĆ se diga, Su Majestad podrĆ” comprobar que esta ciudad es rebelde y peligrosa para los reyes y para las demĆ”s provincias, y que ya en otros tiempos se organizaron rebeliones en ella, y que por eso fue destruida.#4.15 2 R 24.13-15; Ez 17.12. 16Por lo tanto, hacemos saber a Su Majestad que, si esta ciudad es reconstruida y terminada de reparar su muralla, Su Majestad perderĆ” el dominio sobre la provincia al oeste del rĆo Ćufrates.ā
17Entonces el rey Artajerjes les enviĆ³ la siguiente respuesta:
āAl comandante RehĆŗm, al secretario Simsai y a sus compaƱeros que viven en Samaria y en el resto de la provincia al oeste del rĆo Ćufrates: Saludos.
āEn relaciĆ³n#4.18 El arameo era la lengua diplomĆ”tica del imperio; pero los reyes eran persas, y hacĆan traducir a esa lengua los documentos oficiales. 18con la carta que me habĆ©is enviado, y cuya traducciĆ³n ha sido leĆda en mi presencia, 19ordenĆ© que se hiciera una investigaciĆ³n. Se ha encontrado, en efecto, que esa ciudad se ha rebelado anteriormente contra los reyes, que se han organizado en ella revueltas y rebeliones, 20y que hubo en JerusalĆ©n reyes poderosos que dominaron en la provincia al oeste del rĆo Ćufrates, a los cuales se pagaba tributo, impuestos y derechos. 21Por lo tanto, ordenad a esos hombres que detengan las obras y que, hasta nueva orden mĆa, no se reconstruya la ciudad. 22No descuidĆ©is este asunto, para que no aumente el mal en perjuicio del reino.ā
23Una vez leĆda la carta del rey Artajerjes en presencia de RehĆŗm, del secretario Simsai y de sus compaƱeros, todos ellos se fueron de prisa a JerusalĆ©n y, por la fuerza, obligaron a los judĆos a detener las obras. 24De esta manera,#4.24 De esta manera: AquĆ continĆŗa probablemente la narraciĆ³n comenzada en el v. 5. VĆ©ase Esd 4.6 nota i. la reconstrucciĆ³n del templo de Dios en JerusalĆ©n quedĆ³ suspendida hasta el segundo aƱo del reinado de DarĆo de Persia.#4.24 El segundo aƱo... de DarĆo: el 520 a.C.; cf. Hag 1.1.
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ESDRAS 4: DHHE
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