SALMOS 3:5-8
SALMOS 3:5-8 DHHE
Me acuesto y duermo, y vuelvo a despertar, porque el Señor me da su apoyo. No me asusta ese enorme ejército que me rodea dispuesto a atacarme. ¡Levántate, Señor! ¡Sálvame, Dios mío! Tú golpearás en la cara a mis enemigos; ¡romperás los dientes a los malvados! Tú, Señor, eres quien salva; ¡bendice, pues, a tu pueblo!