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Redefiniendo El Propósito

Testigos Del Milagro: La Primera Navidad

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El Camino Del Adorador

Plan De Lectura Diaria Con Christian Mael (Diciembre)

Disciplinas Espirituales

No Os Conforméis

La Palabra (versión española)

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 <div class="chapter ch10" data-usfm="ACT.10.34">
 <div class="p">34Pedro tom&#243; entonces la palabra y se expres&#243; en estos t&#233;rminos:</div><div class="p">&#8212;Ahora comprendo verdaderamente que para Dios no existen favoritismos.#Dt 10,17; Rm 2,11; Ga 2,6; Ef 6,9; Col 3,25; 1 Pe 1,17. </div>
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 <div class="chapter ch10" data-usfm="ACT.10">
 <div class="label">10</div><div class="s1">La visi&#243;n del romano Cornelio</div><div class="p"> 1Viv&#237;a en Cesarea un romano llamado Cornelio, capit&#225;n del batall&#243;n que llevaba el nombre de &#171;el It&#225;lico&#187;.#10,30-33. 2Era hombre religioso y, junto con su familia, rend&#237;a culto al Dios verdadero. Ayudaba generosamente con sus limosnas al pueblo necesitado y oraba a Dios continuamente.#3,12; 9,36; 10,4.7.31; 11,14; 16,15.31; 18,8; 1 Tm 3,16; 4,7-8; 2 Tm 3,5.12; 2 Pe 1,6. 3Un d&#237;a, sobre las tres de la tarde, tuvo una visi&#243;n en la que vio claramente a un &#225;ngel de Dios que se dirigi&#243; a &#233;l y le dijo:</div><div class="p">&#8212;&#161;Cornelio!#7,55-56; 9,10.12; 11,5; 16,9-10; 18,9.</div><div class="p"> 4Atemorizado, mir&#243; fijamente al &#225;ngel y le pregunt&#243;:</div><div class="p">&#8212;&#191;Qu&#233; quieres, Se&#241;or?</div><div class="p">El &#225;ngel le contest&#243;:</div><div class="p">&#8212;Dios ha tomado en consideraci&#243;n tus oraciones y tus limosnas. 5Por tanto, env&#237;a enseguida alguien a Jope que haga venir aqu&#237; a un tal Sim&#243;n, a quien se conoce tambi&#233;n como Pedro.#Mt 4,5. 6Actualmente est&#225; hospedado en casa de otro Sim&#243;n, un curtidor que vive junto al mar. 7Apenas sali&#243; el &#225;ngel que le hab&#237;a hablado, Cornelio llam&#243; a dos criados y a uno de sus soldados asistentes que era hombre religioso, 8los puso en antecedentes de todo lo ocurrido y los mand&#243; a Jope.</div><div class="s1">La visi&#243;n de Pedro</div><div class="p"> 9Al d&#237;a siguiente, mientras los enviados iban a&#250;n de camino, ya cerca de la ciudad, Pedro subi&#243; a la terraza para orar a eso del mediod&#237;a. 10De pronto, sinti&#243; hambre y quiso comer algo. Estaban prepar&#225;ndoselo, cuando cay&#243; en &#233;xtasis 11y vio que el cielo se abr&#237;a y que algo as&#237; como un enorme lienzo descend&#237;a, colgado de sus cuatro puntas, y se posaba sobre la tierra.#Mt 3,16. 12Hab&#237;a en &#233;l toda clase de cuadr&#250;pedos, reptiles y aves.#11,6; Gn 1,21.24. 13Y oy&#243; una voz que le dec&#237;a:</div><div class="p">&#8212;&#161;Anda, Pedro, mata y come!</div><div class="p"> 14&#8212;De ninguna manera, Se&#241;or &#8212;respondi&#243; Pedro&#8212;. Jam&#225;s he comido nada profano o impuro.#Lv 11,1-47; Ez 4,14.</div><div class="p"> 15La voz se oy&#243; por segunda vez:</div><div class="p">&#8212;Lo que Dios ha purificado, no lo consideres t&#250; profano.#Mc 7,15-23.</div><div class="p"> 16Esto se repiti&#243; hasta tres veces y, a continuaci&#243;n, aquel objeto fue subido al cielo.</div><div class="p"> 17Estaba Pedro perplejo pregunt&#225;ndose qu&#233; significado tendr&#237;a la visi&#243;n, cuando los enviados de Cornelio, tras averiguar d&#243;nde estaba la casa de Sim&#243;n, se presentaron a la puerta 18y preguntaron en voz alta:</div><div class="p">&#8212;&#191;Se aloja aqu&#237; Sim&#243;n, al que llaman Pedro?</div><div class="p"> 19Entonces el Esp&#237;ritu dijo a Pedro, que segu&#237;a pregunt&#225;ndose intrigado por el sentido de la visi&#243;n:</div><div class="p">&#8212;Ah&#237; abajo hay tres hombres que te buscan. 20Baja enseguida y acomp&#225;&#241;alos. No tengas ning&#250;n reparo, porque los he enviado yo.</div><div class="p"> 21Pedro baj&#243; al encuentro de aquellos hombres y les dijo:</div><div class="p">&#8212;Yo soy el que busc&#225;is. &#191;A qu&#233; se debe vuestra visita?</div><div class="p"> 22&#8212;Venimos de parte del capit&#225;n Cornelio &#8212;respondieron&#8212;. Es un hombre recto que rinde culto al verdadero Dios y a quien todos los jud&#237;os aprecian de veras. Un &#225;ngel de Dios le ha indicado que te haga llegar a su casa para o&#237;r lo que tengas que decirle.</div><div class="p"> 23Pedro los invit&#243; a pasar la noche all&#237; y, al d&#237;a siguiente, se puso en camino con ellos, acompa&#241;ado por algunos hermanos de Jope.</div><div class="s1">Pedro en casa de Cornelio</div><div class="p"> 24Un d&#237;a despu&#233;s llegaron a Cesarea, donde Cornelio estaba ya esper&#225;ndolos junto con sus familiares y amigos &#237;ntimos. 25Cuando lleg&#243; Pedro, sali&#243; a recibirlo y se postr&#243; a sus pies en actitud de adoraci&#243;n.#14,13-15; Ap 19,10.</div><div class="p"> 26&#8212;Ponte de pie &#8212;le dijo Pedro mientras lo ayudaba a levantarse&#8212;, pues tambi&#233;n yo soy simplemente un hombre.</div><div class="p"> 27Entraron en la casa conversando y Pedro dijo a las numerosas personas que encontr&#243; reunidas all&#237;:</div><div class="p"> 28&#8212;Como sab&#233;is, a un jud&#237;o le est&#225; prohibido relacionarse con extranjeros o entrar en sus casas. Pero Dios me ha hecho comprender que a nadie debo considerar profano o impuro. 29Por eso, no tuve inconveniente en venir cuando me llamasteis. Deseo saber por qu&#233; raz&#243;n me hab&#233;is hecho venir.</div><div class="p"> 30Entonces Cornelio respondi&#243;:</div><div class="p">&#8212;Hace cuatro d&#237;as, a esta misma hora, estaba yo aqu&#237; en mi casa ocupado en la oraci&#243;n de la tarde, cuando, de pronto, se present&#243; ante m&#237; un hombre vestido con una t&#250;nica resplandeciente.#1,10; Lc 24,4. 31Me dijo: &#171;Cornelio, Dios ha escuchado tu oraci&#243;n y ha tenido en cuenta tu generosidad con los pobres. 32Por tanto, env&#237;a a alguien a Jope para que haga venir a Sim&#243;n, a quien se conoce tambi&#233;n como Pedro; se hospeda en casa de otro Sim&#243;n, un curtidor que vive junto al mar&#187;. 33De modo que mand&#233; enseguida a buscarte, y t&#250; te has dignado venir. Aqu&#237;, pues, nos tienes a todos, en presencia de Dios, dispuestos a escuchar todo cuanto el Se&#241;or te haya encargado decirnos.</div><div class="s1">Discurso de Pedro</div><div class="p"> 34Pedro tom&#243; entonces la palabra y se expres&#243; en estos t&#233;rminos:</div><div class="p">&#8212;Ahora comprendo verdaderamente que para Dios no existen favoritismos.#Dt 10,17; Rm 2,11; Ga 2,6; Ef 6,9; Col 3,25; 1 Pe 1,17. 35Toda persona, sea de la naci&#243;n que sea, si es fiel a Dios y se porta rectamente, goza de su estima.#Jn 9,31; Rm 14,18. 36Fue Dios quien dirigi&#243; su mensaje a los israelitas y les anunci&#243; la buena noticia de la paz por medio de Jesucristo, que es el Se&#241;or de todos.#Is 52,7; Na 2,1; Rm 10,12; Ap 19,16. 37Hablo &#8212;ya sab&#233;is&#8212; de lo acaecido a lo largo y ancho de todo el pa&#237;s jud&#237;o, comenzando por Galilea, despu&#233;s que Juan proclam&#243; su bautismo.#Mt 3,6; 4,12.17; Mc 1,4.14. 38De c&#243;mo Dios ungi&#243; a Jes&#250;s de Nazaret con el Esp&#237;ritu Santo y lo llen&#243; de poder; de c&#243;mo Jes&#250;s pas&#243; por todas partes haciendo el bien y curando a todos los que padec&#237;an oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con &#233;l.#Is 61,1; Lc 3,21-22; 4,18-21; Jn 3,2. 39Y nosotros somos testigos de todo lo que hizo en territorio jud&#237;o, especialmente en Jerusal&#233;n. Despu&#233;s lo mataron colg&#225;ndolo de un madero.#1,8; 3,13-15; 13,28; Ga 3,13. 40Pero Dios lo resucit&#243; al tercer d&#237;a y le permiti&#243; aparecerse,#1,4; 2,24; Lc 9,22 y par.; 24,7.30.42.46; Jn 14,19.22; 21,12-13; 1 Co 15,4. 41no a todo el pueblo, sino a nosotros los que fuimos escogidos de antemano por Dios como testigos y tuvimos ocasi&#243;n de comer y beber con Jes&#250;s despu&#233;s de que resucit&#243; de la muerte. 42Pues bien, Jes&#250;s ha sido quien nos ha mandado anunciar su mensaje al pueblo y proclamar que Dios lo ha constituido juez de vivos y muertos.#17,13; Rm 14,9; 2 Tm 4,1; 1 Pe 4,5. 43Y los profetas, por su parte, testifican un&#225;nimemente que todo el que crea en &#233;l alcanzar&#225;, por su medio, el perd&#243;n de los pecados.#Is 33,24; 53,5-6; Jr 31,34; Dn 9,24.</div><div class="s1">Tambi&#233;n los no jud&#237;os reciben el Esp&#237;ritu Santo</div><div class="p"> 44Todav&#237;a estaba Pedro exponiendo estas razones, cuando el Esp&#237;ritu Santo descendi&#243; sobre todos los que o&#237;an el mensaje.#2,3-4; 11,15; 15,8. 45Los creyentes jud&#237;os que hab&#237;an llegado con Pedro estaban sorprendidos de que tambi&#233;n sobre los no jud&#237;os se derramase el don del Esp&#237;ritu Santo. 46Los o&#237;an, en efecto, hablar en idiomas desconocidos y proclamar la grandeza de Dios. Pedro dijo entonces:#2,4.11.17; 19,6; Mc 16,17; 1 Co 12,10.30; 14,4-6.</div><div class="p"> 47&#8212;&#191;Puede negarse el bautismo a estas personas que han recibido, como nosotros, el Esp&#237;ritu Santo?#8,36; 11,17.</div><div class="p"> 48Seguidamente dispuso que fueran bautizados en el nombre de Jesucristo. Ellos, por su parte, le rogaron que se quedara all&#237; algunos d&#237;as.#2,38; 8,16; 19,5.</div>
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 <div class="chapter ch3" data-usfm="JDG.3">
 <div class="label">3</div><div class="nb"> 1Estos son los pueblos que el Se&#241;or dej&#243; para poner a prueba con ellos a los israelitas que no hab&#237;an conocido ninguna de las guerras de Cana&#225;n #2,22-23+. 2&#8212;fue solo para que las generaciones de los israelitas aprendieran el arte de la guerra; porque antes no la conoc&#237;an&#8212;: 3los cinco principados de los filisteos y todos los cananeos, los sidonios y los hititas que viv&#237;an en la monta&#241;a del L&#237;bano, desde el monte de Baal Herm&#243;n hasta el Paso de Jamat.#Jos 13,2-6. 4Sirvieron para poner a prueba con ellos a Israel, a ver si cumpl&#237;an los mandamientos que el Se&#241;or hab&#237;a prescrito a sus antepasados por medio de Mois&#233;s.</div><div class="p"> 5As&#237; pues, los israelitas convivieron con los cananeos, hititas, amorreos, fereceos, jeveos y jebuseos; 6se casaron con sus hijas, dieron como esposas sus propias hijas a los hijos de ellos y rindieron culto a sus dioses.</div><div class="ms2">Otoniel</div><div class="p"> 7Los israelitas hicieron lo que desagrada al Se&#241;or. Se olvidaron del Se&#241;or, su Dios, y rindieron culto a los Baales y a las Aseras. 8Entonces se encoleriz&#243; el Se&#241;or contra Israel y los dej&#243; a merced de Cus&#225;n Risat&#225;in, rey de Edom, que tuvo sometidos a los israelitas durante ocho a&#241;os.#2,11+; 2,14+; 1 Sm 12,9; Is 17,10; Jr 3,21; Ez 22,12; Os 8,14; Sal 106,21.</div><div class="p"> 9Los israelitas suplicaron al Se&#241;or y el Se&#241;or les concedi&#243; un libertador que los salv&#243;: Otoniel, hijo de Quenaz y hermano menor de Caleb.#1,13; 3,15; Ex 2,23 (ver 3,7.9); Jos 24,7; 1 Sm 12,8; Ne 9,4.27; Sal 22,5; 107,6. 10El esp&#237;ritu del Se&#241;or lo invadi&#243;, se constituy&#243; en juez de Israel y sali&#243; a la guerra. Y el Se&#241;or puso en sus manos a Cus&#225;n Risat&#225;in, rey de Edom, y triunf&#243; sobre Cus&#225;n Risat&#225;in.#6,34; 14,6.19; etc.; 1 Sm 16,13; Is 11,2+. 11Y el pa&#237;s goz&#243; de paz durante cuarenta a&#241;os. Y muri&#243; Otoniel, hijo de Quenaz.#3,7.30; 5,31; 8,28.</div><div class="ms2">Ejud</div><div class="p"> 12Volvieron los israelitas a hacer lo que desagrada al Se&#241;or; y el Se&#241;or aument&#243; el poder de Egl&#243;n, rey de Moab, sobre Israel, porque hac&#237;an lo que desagrada al Se&#241;or. 13Los amonitas y los amalecitas hicieron causa com&#250;n con Egl&#243;n que sali&#243; y derrot&#243; a Israel apoder&#225;ndose de la ciudad de las Palmeras.#1,16. 14Los israelitas estuvieron sometidos a Egl&#243;n, rey de Moab, dieciocho a&#241;os.</div><div class="p"> 15Entonces los israelitas suplicaron al Se&#241;or y el Se&#241;or les concedi&#243; un libertador: Ejud, hijo de Guer&#225;, benjaminita, que era zurdo. Los israelitas le encomendaron la entrega del tributo a Egl&#243;n, rey de Moab. 16Ejud se hizo un pu&#241;al de dos filos, de casi medio metro de largo, y se lo ci&#241;&#243; debajo de la ropa sobre el muslo derecho. 17Present&#243; el tributo a Egl&#243;n, rey de Moab, que era extremadamente gordo. 18En cuanto termin&#243; de presentar el tributo, Ejud mand&#243; marchar a la gente que le hab&#237;a acompa&#241;ado a llevar el tributo. 19&#201;l, por su parte, se volvi&#243; desde el lugar llamado Los &#205;dolos, en la regi&#243;n de Guilgal, y dijo:</div><div class="p">&#8212;Tengo un mensaje secreto para ti, &#161;oh rey!</div><div class="p">El rey orden&#243;:</div><div class="p">&#8212;&#161;Que nos dejen solos!</div><div class="p">Y salieron de su presencia todos los que estaban con &#233;l. 20Ejud se le acerc&#243;. El rey estaba sentado tomando el fresco en su galer&#237;a particular. Ejud le dijo:</div><div class="p">&#8212;Tengo una palabra de Dios para ti.</div><div class="p">El rey se levant&#243; de su silla, 21momento en que Ejud agarr&#243; con su mano izquierda el pu&#241;al que llevaba en su muslo derecho y se lo hundi&#243; en la barriga. 22Tras la hoja entr&#243; tambi&#233;n la empu&#241;adura y la grasa se cerr&#243; sobre el pu&#241;al, pues Ejud no le sac&#243; el pu&#241;al del vientre. Luego salt&#243; por la ventana, 23lleg&#243; al portal, cerr&#243; las puertas de la galer&#237;a y ech&#243; el cerrojo. 24Cuando &#233;l sal&#237;a los criados entraban. Al ver que las puertas de la galer&#237;a ten&#237;an echado el cerrojo, se dijeron:</div><div class="p">&#8212;Sin duda estar&#225; haciendo sus necesidades en el aposento de la galer&#237;a de verano.</div><div class="p"> 25Y se quedaron esperando. Hasta que desconcertados porque nadie abr&#237;a las puertas de la galer&#237;a, se hicieron con una llave y abrieron. Su amo yac&#237;a en tierra, muerto.</div><div class="p"> 26Mientras ellos esperaban, Ejud huy&#243;, rebasando Los &#205;dolos y poni&#233;ndose a salvo en Seir&#225;. 27En cuanto lleg&#243;, toc&#243; el cuerno de guerra en la monta&#241;a de Efra&#237;n. Los israelitas bajaron de la monta&#241;a con Ejud que se puso al frente de ellos 28y les dijo:</div><div class="p">&#8212;Seguidme, porque el Se&#241;or os ha entregado a Moab, vuestro enemigo.</div><div class="p">Fueron con &#233;l, cortaron a Moab los vados del Jord&#225;n y no dejaron pasar a nadie. 29Derrotaron en aquella ocasi&#243;n a los de Moab, que eran unos diez mil hombres, todos fuertes y valientes; no escap&#243; ni uno. 30Aquel d&#237;a Moab qued&#243; sometido a Israel, y el pa&#237;s goz&#243; de paz ochenta a&#241;os.</div><div class="ms2">Sangar</div><div class="p"> 31Despu&#233;s de Ejud vino Sangar, hijo de Anat. Derrot&#243; a los filisteos, que eran seiscientos hombres, vali&#233;ndose de una aguijada para conducir bueyes. Tambi&#233;n &#233;l salv&#243; a Israel.#3,11+; 5,6.</div>
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 <div class="chapter ch4" data-usfm="JDG.4">
 <div class="label">4</div><div class="ms2">D&#233;bora y Barac (4&#8211;5)</div><div class="s1">Relato en prosa</div><div class="p"> 1Cuando muri&#243; Ejud, los israelitas volvieron a hacer lo que desagrada al Se&#241;or,#3,7+; 8,33+. 2por lo que el Se&#241;or los dej&#243; a merced de Jab&#237;n, rey cananeo que reinaba en Jasor. El jefe de su ej&#233;rcito era S&#237;sara, que habitaba en Jar&#243;set Goy&#237;n.#2,14+; 3,9+; Jos 11,1; 17,16 y nota; 1 Sm 12,9.</div><div class="p"> 3Entonces los israelitas suplicaron al Se&#241;or porque Jab&#237;n ten&#237;a novecientos carros de hierro y llevaba veinte a&#241;os oprimiendo duramente a los israelitas.</div><div class="p"> 4Por aquel tiempo, D&#233;bora, una profetisa, mujer de Lapidot, era juez en Israel. 5Se sentaba a juzgar bajo la Palmera de D&#233;bora, entre Ram&#225; y Betel, en la monta&#241;a de Efra&#237;n; y los israelitas acud&#237;an a ella en busca de justicia.#Gn 35,8. 6D&#233;bora mand&#243; llamar a Barac, hijo de Abino&#225;n, de Cad&#233;s de Neftal&#237;, y le dijo:</div><div class="p">&#8212;El Se&#241;or, Dios de Israel, te ordena: &#171;Vete, recluta gente y re&#250;ne contigo en el monte Tabor a diez mil hombres de los hijos de Neftal&#237; y de los hijos de Zabul&#243;n. 7Yo atraer&#233; hacia ti al torrente Quis&#243;n a S&#237;sara, jefe del ej&#233;rcito de Jab&#237;n, con sus carros y sus tropas, y lo pondr&#233; en tus manos&#187;.</div><div class="p"> 8Barac le respondi&#243;:</div><div class="p">&#8212;Si t&#250; vienes conmigo, yo tambi&#233;n ir&#233;. Pero si t&#250; no vienes conmigo, tampoco yo ir&#233;.</div><div class="p">Respondi&#243; ella:</div><div class="p"> 9&#8212;Ir&#233; contigo, pero ya no ser&#225; tuya la gloria de la campa&#241;a que vas a emprender, porque el Se&#241;or entregar&#225; a S&#237;sara en manos de una mujer.</div><div class="p">D&#233;bora se levant&#243; y march&#243; con Barac a Cad&#233;s. 10Y Barac convoc&#243; en Cad&#233;s a Zabul&#243;n y Neftal&#237;. Subieron tras &#233;l diez mil hombres y D&#233;bora subi&#243; con &#233;l.</div><div class="p"> 11J&#233;ber, el quenita, se hab&#237;a separado de la tribu de Ca&#237;n y del clan de los hijos de Jobab, el suegro de Mois&#233;s, y hab&#237;a plantado su tienda cerca de la Encina de Sanan&#237;n, en Cad&#233;s.</div><div class="p"> 12Avisaron a S&#237;sara que Barac, el hijo de Abino&#225;n, hab&#237;a subido al monte Tabor. 13Y S&#237;sara reuni&#243; todos sus carros, novecientos carros de hierro, y todas sus tropas, llev&#225;ndolas desde Jar&#243;set Goy&#237;n al torrente Quis&#243;n.#1,16; 4,3+; Jos 19,33. 14D&#233;bora dijo a Barac:</div><div class="p">&#8212;&#161;&#193;nimo!, que este es el d&#237;a en que el Se&#241;or te va a entregar a S&#237;sara. &#191;Acaso no va el Se&#241;or delante de ti?</div><div class="p">Barac baj&#243; del monte Tabor seguido de sus diez mil hombres. 15El Se&#241;or sembr&#243; el p&#225;nico en S&#237;sara, en todos sus carros y en todo su ej&#233;rcito ante Barac. S&#237;sara se baj&#243; del carro y huy&#243; a pie.#Ex 4,24. 16Barac persigui&#243; a los carros y al ej&#233;rcito hasta Jar&#243;set Goy&#237;n. Todo el ej&#233;rcito de S&#237;sara cay&#243; a filo de espada: no qued&#243; ni uno. 17Pero S&#237;sara huy&#243; a pie hacia la tienda de Jael, mujer de J&#233;ber, el quenita, porque reinaba la paz entre Jab&#237;n, rey de Jasor, y la familia de J&#233;ber, el quenita. 18Jael sali&#243; al encuentro de S&#237;sara y le dijo:</div><div class="p">&#8212;Entra, se&#241;or m&#237;o, entra en mi casa. No temas.</div><div class="p">S&#237;sara entr&#243; en la tienda y ella lo cubri&#243; con una manta. 19&#201;l le pidi&#243;:</div><div class="p">&#8212;Por favor, dame de beber un poco de agua, que tengo sed.#5,24-25.</div><div class="p">Ella abri&#243; el odre de la leche, le dio de beber y lo volvi&#243; a tapar. 20S&#237;sara le dijo:</div><div class="p">&#8212;Qu&#233;date a la entrada de la tienda y si alguien viene y te pregunta: &#171;&#191;Hay alguien aqu&#237;?&#187;, resp&#243;ndele que no.</div><div class="p"> 21Pero Jael, mujer de J&#233;ber, cogi&#243; una clavija de la tienda, tom&#243; el martillo en la mano, se le acerc&#243; silenciosamente y le hinc&#243; la clavija en la sien hasta clavarla en tierra. Y S&#237;sara que, agotado de cansancio, estaba profundamente dormido, muri&#243;. 22Cuando lleg&#243; Barac persiguiendo a S&#237;sara, Jael le sali&#243; al encuentro y le dijo:</div><div class="p">&#8212;Ven, que te voy a mostrar al hombre que buscas.</div><div class="p">Barac entr&#243; en la tienda donde S&#237;sara yac&#237;a muerto con la clavija clavada en la sien.</div><div class="p"> 23As&#237; humill&#243; Dios aquel d&#237;a a Jab&#237;n, rey cananeo, ante los israelitas 24que cada vez fueron acosando m&#225;s duramente a Jab&#237;n, rey cananeo, hasta que terminaron con &#233;l.</div>
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 <div class="book bkPSA">
 <div class="chapter ch87" data-usfm="PSA.87">
 <div class="label">87</div><div class="ms2">Salmo 87</div><div class="s1">Sion, maravillas se cuentan de ti</div><div class="d">Salmo de los hijos de Cor&#233;. Canto</div><div class="q"> 1Sion est&#225; asentada sobre montes santos;</div><div class="q"> 2el Se&#241;or ama sus puertas</div><div class="q">m&#225;s que todas las moradas de Jacob.#132,13-14.</div><div class="q"> 3Maravillas se cuentan de ti, ciudad de Dios:#Is 2,2-3. [Pausa]</div><div class="q"> 4Citar&#233; a Babilonia y Egipto</div><div class="q">entre quienes me conocen;</div><div class="q">filisteos, tirios y et&#237;opes,</div><div class="q">todos nacieron all&#237;.</div><div class="q"> 5De Sion pueden decir:</div><div class="q">&#171;Todos han nacido en ella,</div><div class="q">el Alt&#237;simo la ha fundado&#187;.</div><div class="q"> 6El Se&#241;or anota en el libro de los pueblos:</div><div class="q">&#171;Este naci&#243; all&#237;&#187;.#Is 4,3; Ez 13,9; Ef 2,12-19.</div><div class="q"> 7Y ellos danzan y cantan:</div><div class="q">&#171;Todas mis fuentes est&#225;n en ti&#187;.</div>
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Walk Through the Bible 365 - AprilMuestra

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