15 Días De Revelacion Para VivirMuestra
UNO
“Varón y hembra los creó; y los bendijo, y llamó el nombre de ellos Adán, el día que fueron creados” (Gen. 5:2).
Existe un objeto que evoca mi alegría constantemente. Cada vez que lo veo, me hace sonreír y me llena de emoción. Es mi anillo de matrimonio. Hace un tiempo mi esposa y yo decidimos sustituir nuestros anillos por nuevas alianzas en un precioso oro blanco con finos acabados brillantes; para lo cual, mandamos grabar una inscripción en su interior:
«Por siempre uno».
Así fue el primer matrimonio.
Así comenzó la humanidad.
Adán y Eva no tenían nombres diferentes al principio, sino que ambos se llamaban Adán; y más aún, ambos hacían Adán. Se complementaban, entre los dos hacían uno. Después de todo, ¿no fue Eva sacada de Adán? ¿No fue su cuerpo antes de ser su esposa? Y después, ¿no dijo Dios que serían uno al unirse como marido y mujer?
Por eso es que no deben separarse los que Dios ha unido, pues el divorcio es la amputación de la mitad del ser.
Permíteme una nota más alta: en la iglesia es igual. Si realmente deseas ser uno con Cristo y amarle como su esposa iglesia, entonces debes ser primero su cuerpo. Tienes que ser uno con tu hermano y ambos llamarse con el Nombre del Señor. La unidad no es una buena idea, es la única manera de vivir en verdad.
Acerca de este Plan
Dios habla y lo hace todos los días. Cada una de sus Palabras es poderosa, para realizar absolutamente todo. Tú escuchas pero debes de hacerlo todos los días. Detrás de todas tus necesidades, se encuentra la necesidad de la Palabra de Dios.
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