Soy MadreMuestra

TURN IT OFF

Después de trabajar, voy a recoger a los niños y ya por fin, cuando llego a casa, me relajo y me siento. Encuentro un momento de relax antes de comenzar con la tarde, me tomo mi cafecito y mis onzas de chocolate antes de disponernos a salir al parque o a jugar en casa y en ese rato de reponer fuerzas, automáticamente cojo el móvil y empiezo a mirar Instagram. Por mi trabajo, dedico mucho tiempo a las redes sociales y me resulta difícil desconectar de ellas cuando llego a casa.

Seguramente no soy la única que parece que vive con el móvil pegado a la mano. La media de uso del móvil en España es de 3 horas y 30 minutos. Si pasamos tres horas al día, al final de la semana sumaremos ¡un día entero mirando nuestro móvil! Un día entero que estamos perdiendo cada semana de estar presentes en casa, con nuestra familia. Puede que tú también te hayas dado cuenta de que el móvil (o a lo mejor en tu caso es otra pantalla, como podría ser la televisión, el iPad o el ordenador) se ha convertido en un impedimento para estar presente con tus hijos. 

Si tenemos dos manos y las estamos utilizando para contestar mensajes de WhatsApp, ponernos al día con los stories de Instagram y darle a “Me gusta” a la última foto de la mejor amiga, nos quedamos sin manos para atender a nuestros hijos. Nuestra mirada también está ocupada mirando a otras personas que no son las que se encuentran físicamente en frente de nosotras.

Nuestros hijos necesitan tiempo de calidad con nosotras. Y como madres, esto puede ser una de las cosas que más nos cueste. Además, recuerda que el tiempo de calidad exige también tiempo real, cara a cara, uno a uno (o uno a tres, dependiendo del número de hijos que tengas). Puede que haya días en los que prefiramos hacer tareas de la casa más que pasar tiempo de calidad con ellos. Puede que estemos tan cansadas que no tengamos fuerzas para jugar al escondite inglés otra vez. Pero también puede que ese pequeño rato de calidad le cambie el humor a tu hijo y le ayude a encontrar las ganas de seguir jugando por su cuenta. Puede que lo que más necesite hoy sea tu mirada atenta y tus manos disponibles para chocarle los cinco. 

Jesús quería que los niños se acercaran a él. Cuando vio que los discípulos reprendían a los que traían a sus hijos, Jesús se indignó. Y dijo lo siguiente:

“Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios. De cierto os digo, que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él.” Marcos 10:14 

Deja que los niños vengan a ti hoy y sé presente con ellos. Según este versículo, tenemos mucho que aprender de ellos. Debemos tener la fe que ellos tienen. Recibir el reino de Dios como ellos lo reciben. Y eso solamente lo podemos hacer pasando tiempo de calidad con ellos. Escuchando sus historietas, riéndonos de sus boberías, cogiendo a Elsa y Ana y rescatándolas de los gigantes de piedra, ayudándoles con los deberes, echando carreras de camiones por el pasillo, y sobre todo, dejando el móvil en la estantería para centrarnos solamente en ellos. 

Repite conmigo: “HOY DECIDO ESTAR PRESENTE.”