Y en Paz Me Acostaré. Muestra

Estos devocionales empezaron en el grupo de WhatsApp y el Facebook de la Iglesia Evangélica de Valls (Tarragona), comunidad que llevo pastoreando cerca de veinte años, en las primeras semanas de la cuarentena por la COVID-19. Dado que no podríamos vernos en varias semanas, sentí en mi corazón empezar a escribir estos devocionales para alentar a nuestra comunidad y bendecir a las personas que pudieran leerlos.

Este es el último devocional del libro “Y en paz me acostaré”, y aunque este es un libro para ser releído y compartirlo con las personas que tengas cerca, siento que Jesús me ha guiado a lo largo de estas páginas para que puedas encontrarte con él en esos momentos de necesidad espiritual. A lo largo de todo este proceso he sentido cómo caminaba con Jesús todo este camino, y he sentido cómo su Palabra me abrazaba para decirme: “Juan, todo está bien”.

El último capítulo tenía nombre y lectura bíblica desde el primer día. Jesús es la respuesta. Jesús es la respuesta ante la pregunta que viene después de leer este libro, este devocional: ”¿Y ahora qué?”.

Ahora viene cuando abrimos los ojos y nos enfrentamos a la realidad que tenemos a nuestro alrededor. Aunque este devocional lo he escrito pensando en esas situaciones de dificultad que todos tenemos que vivir en algún momento de nuestras vidas, es muy posible que leas este devocional desde una situación de sosiego y tranquilidad. Aun así, la pregunta es: “¿Y ahora qué?”.

No sé si eres creyente o no. Ahora mismo estoy escribiendo estas últimas frases y estoy pensando en que desconozco cómo y cuándo llegará a tus manos este devocional. Sin embargo, estoy convencido, de todo corazón, que si estás leyendo estas palabras es porque Dios quiere que lo hagas. Si no te has dado nunca la oportunidad de creer, este es el momento. Jesús te invita a seguirle, y la lectura bíblica de hoy te va a invitar a ello en palabras del mismo Jesús. Dale una oportunidad, te aseguro que tu vida cambiará por completo. Puede que no lo haga de golpe, pero solo será en apariencia, porque con Jesús en tu vida absolutamente todo lo que vivas va a ser diferente.

Si eres creyente, deseo que este devocional te haya ayudado a fortalecer tu relación con Dios. Y que estas palabras te sirvan para contagiar este aliento espiritual a las personas que Dios ponga en tu camino.

En cualquier caso, Jesús está a la puerta, nos está llamando. No solo quiere conocernos, no solo quiere una relación con nosotros. Jesús nos quiere caminando junto a él. Nos quiere yendo a donde solo él va: al encuentro con el necesitado, al abrazo del que ha sido rechazado, al consuelo del que ha sido herido. Sin juicios, sin opiniones, solo contagiando el amor de Jesús a las personas que lo necesitan, que están cerca de nosotros clamando, a veces en silencio, porque necesitan un abrazo en medio de su noche más oscura.

Mi oración en este momento es por cada uno de los que hemos entendido que nuestra misión es la de ser canales de bendición. Posiblemente vamos a ser la única vía por la cual muchas de las personas que nos rodean puedan encontrarse con Jesús. Nuestra vida debe ser ese espejo que refleje el amor, la misericordia, el perdón, la aceptación, el abrazo que todas esas personas necesitan, de la misma manera que el hijo pródigo. Y tú y yo podemos hacerlo real. Busquemos las fuerzas y la guía en Jesús para dar ese paso y transformar este mundo. Que Dios te guarde y bendiga siempre.