Cómo leer el ApocalipsisMuestra

Al llegar al capítulo 12, parece que buena parte de lo que Juan ve son los elementos del tercer «ay» que se anunció en 11:14. Al mismo tiempo que las dimensiones cósmicas de su visión van aumentando, aparecen también nuevos personajes y símbolos.

¿Quién es esta mujer? Leyendo todo el pasaje, se pueden sugerir varias posibilidades. Puede simbolizar a Israel, tan frecuentemente perseguido y casi totalmente destruido, pero que, sin embargo, dará a luz al Mesías. Puede simbolizar a María, la madre de Jesús. Puede simbolizar a la iglesia. Lo más probable es que el simbolismo sea complejo y tenga varias dimensiones. Esta mujer es el pueblo de Dios, que incluye a Israel, a María y a la iglesia.

A ella se enfrenta un gran dragón, también de proporciones cósmicas. Esta serpiente o dragón tiene siete cabezas y diez cuernos, y todas las cabezas están coronadas. Tales imágenes nos recuerdan el capítulo 7 de Daniel, donde este ve cuatro grandes bestias que salen del mar, de las cuales la última tiene diez cuernos. Esas bestias representan reinos cuyo gobierno es demoníaco y aterra al pueblo de Dios. Ahora aquí, en la visión de Juan, hay un dragón cuyo gobierno es peor y más poderoso.

Por ser buenos conocedores de Génesis 3, los primeros receptores del Apocalipsis no se sorprenderían ante tal oposición. La maldición sobre la serpiente en Génesis 3 incluye el anuncio del conflicto entre la serpiente y la descendencia de la mujer. Si por un lado la serpiente le morderá el talón a la mujer, la descendencia de la mujer aplastará la cabeza de la serpiente. La iglesia veía en esto una profecía del triunfo de Jesús sobre el mal.

Luego la escena cambia y se presenta un nuevo personaje, Miguel. El dragón está en el cielo junto a sus ángeles, enfrentándose al ángel Miguel y a sus ángeles. Esto no quiere decir que la victoria del Mesías no valga, o que todo dependa de la victoria de Miguel sobre el dragón. Al contrario, precisamente porque el Mesías ha escapado del poder del dragón y le ha vencido, ahora es necesario seguir a esa victoria con un proceso que se deshaga de todo resto del poder del dragón.

Los últimos versículos del capítulo 12 crean el escenario para los capítulos dramáticos que siguen. El dragón todavía no se da por vencido. La ira del dragón se dirige ahora contra los más vulnerables, los hijos de la mujer, los fieles que están en la tierra, quienes guardan los mandamientos de Dios, quienes permanecen fieles en su testimonio de Jesús.