Cómo leer el ApocalipsisMuestra

El capítulo 20 del Apocalipsis incluye algunas de las líneas más discutidas a través de la historia de la interpretación bíblica. Es aquí que aparece el tema de los mil años durante los cuales los poderes del mal quedan reprimidos, lo que comúnmente se llama el «milenio». Durante este período Cristo reina junto a los mártires que se han levantado de entre los muertos en la primera de dos resurrecciones.

Pero la visión de Juan no nos ofrece un calendario claro. Lo que es importante para él, así como para las iglesias a las que se dirige, es que vendrá un momento cuando aparentemente el mal será vencido. Pero eso no quiere decir que el verdadero poder detrás de toda maldad –el dragón, Satanás– haya sido completamente destruido. De alguna manera los propósitos de Dios le llevan a permitir este interludio de paz, este tiempo sin maldad, y luego dejar que el mal vuelva a regir. ¿Qué han de hacer los cristianos si cesa la persecución y ya no hay oposición a la iglesia? ¿Se olvidarán de ser fieles también en tiempos de paz? Juan no nos ofrece respuestas a estas preguntas que inmediatamente nos hacemos.

Cuando Satanás es liberado, son muchos quienes le siguen. Los dos nombres que se mencionan aquí, Gog y Magog, aparecen frecuentemente en la literatura apocalíptica judía. En Ezequiel 38:2, Gog está «en tierra de Magog», y es «príncipe soberano de Mesec y Tubal». Los capítulos 38 y 39 de Ezequiel describen la batalla y la destrucción de Gog y Magog, así como la invitación a las aves a consumir la carne de los caídos (Ez 39:17-20). Esto es paralelo a lo que vemos en Apocalipsis 19:17-21.

El Apocalipsis cuenta con muchas batallas y contiendas al parecer finales, pero después de ellas el mal vuelve a surgir como plaga del mundo. Ahora (20:11-15), cuando definitivamente llega el fin, este se describe en términos breves. Lo que es importante para los cristianos que reciben la visión de Juan es que el mal terminará, que será completa y definitivamente destruido. Ahora que el mal ha pasado, ha llegado el momento de la nueva creación.