Enviados

En los días anteriores fuimos recorriendo el Evangelio de Juan y conociendo las distintas facetas de Jesús. Descubrimos quién es Jesús, Su gran amor y el amor del Padre. También conocimos que es el único camino a Dios, y que vino a la tierra a anunciar ese mensaje.

Vimos que Jesús es Dios y que existía incluso desde antes de la creación de todo; que se hizo hombre para habitar entre nosotros y dar Su vida, de forma que nuestros pecados pudieran ser perdonados y tengamos libre acceso al Padre.

El Evangelio de Juan no es otra cosa más que un acto de obediencia del Apóstol: escribió sobre el mismo mensaje que Jesús venía a anunciar y a cumplir.

Y es también un acto de amor: Juan amó al Hijo y, en su obediencia, nos amó a nosotros al relatarlo; ya que más de dos mil años después podemos conocer mejor a Jesús a través del Evangelio.

De la misma manera en que Jesús fue enviado al mundo a reconciliarlo, nosotros también somos enviados a contar al mundo de la vida eterna que podemos tener por medio de Él.

¡Además te dejo una excelente noticia! En Juan 20:22 se nos dice que Jesús sopló sobre Sus discípulos, y les dijo: Reciban el Espíritu Santo.

De la misma manera, al confiar en Jesús, podemos recibir de Su Espíritu y el poder necesario para llevar las Buenas Noticias de reconciliación. Todos los que creemos en Jesús somos enviados para llevar el amor de Dios a todos lados.

¡Apurate! Jesús te envía a hacerlo con el poder del Espíritu Santo.

El autor del devocional es Emmanuel Susbiela, director de@cedrodellibanoeditorial. Puedes seguirlo en las redes en@emmanuelsusbiela