Encuentros con el Hijo de DiosMuestra

Los hombres y mujeres que se encuentran con Dios

Este deseo, este anhelo de estar cerca de Dios es, en realidad, un anhelo de ser semejante a Él. Es el anhelo del corazón redimido de ser como Dios para que pueda haber una comunión perfecta, de modo que el corazón y Dios puedan unirse en una comunión que es divina.

Existe una similitud que hace que sea compatible y apropiado que Dios tenga comunión con sus hijos, incluso con los más pobres y débiles de sus hijos. Sin embargo, también hay desemejanzas, de manera que no existe el grado de comunión que debería haber. No existe esa perfección del sentido de la presencia de Dios que deseamos y anhelamos, y por la que oramos y cantamos.

¿De qué manera vamos a saber cómo es Dios para saber si somos semejantes a Él? La respuesta es: Dios es como Cristo, porque Cristo es Dios manifestado a la humanidad. Al mirar a nuestro Señor Jesús, sabremos cómo es Dios y sabremos cómo tenemos que ser para experimentar la presencia ininterrumpida y continua de Dios.

Oración

¡Jesús, mi Señor, eres la imagen expresa del Padre! Permite que pueda llegar a ser más semejante al Padre y darle gloria en este día. Amén.