Cómo Llegar a Ser Un Líder en Mi IglesiaMuestra
Deseando Liderar Por Voluntad Propia
El Señor ha designado líderes en la Iglesia para que nos dirijan e instruyan, y nos ayuden a determinar cómo podemos servir a Dios. Sin embargo, esto no significa que ellos pueden decidir qué es lo que debemos hacer. Dios quiere que lo sirvamos de una forma voluntaria. Dios nos ha dado muchos dones y la Iglesia tiene muchas necesidades. Muchas veces se nos puede pedir que sirvamos en algún área de la Iglesia que no nos interesa o que no nos gusta, y tal vez sentimos que no podemos decir que no. Entonces comenzamos a servir en esa área, pero no hay gozo en nuestros corazones. Esa no es la voluntad del Señor.
Dios nunca nos fuerza a hacer nada. Él nos ha creado como seres libres, con libre albedrío para elegir si seguirle o no seguirle. De la misma manera, podemos elegir cómo servirle. En otras palabras, si se te pide servir en algún área determinada, sé humilde, ora por eso y trata de servir con alegría. Si sientes que allí no está tu gozo, sé honesto contigo mismo y con tus líderes. Dios no quiere que le sirvas de mala gana. El liderazgo que él requiere de ti no es con resentimiento o a regañadientes.
Muchas veces pensamos que en una Iglesia Cristiana todo es perfecto, que todos son felices, que el cielo siempre está brillando y el pasto siempre es más verde de este lado. Sí, somos parte del Reino de Dios, pero seguimos viviendo en este mundo. Somos humanos y cometemos errores. Podemos ser infelices sirviendo al Señor. La Biblia reconoce esto. Por ejemplo, el Apóstol Pablo le dice a la Iglesia en Corintios que den a los pobres de buena gana. Les dice que den lo que han dispuesto en sus corazones a dar, que lo hagan con alegría, no por obligación. De similar manera, el Apóstol Pedro instruye a los líderes de la Iglesia a servir al pueblo de Dios de buena gana.
Todo lo que hagamos por el Señor debemos hacerlo de acuerdo a nuestras habilidades y la disposición de nuestros corazones. Si nos sentimos reacios a hacerlo, o sentimos que el resentimiento se está asomando, deberíamos preguntarnos el por qué. Tal vez no nos guste servir en el área en donde estamos sirviendo. Tal vez se nos ha pedido que hagamos demasiado y no nos queda tiempo suficiente para servir a nuestras familias, descansar y reponer fuerzas. Siempre debemos examinar nuestros corazones y ser honestos con Dios. Él quiere que le sirvamos con alegría. Dios ama a un dador alegre y a un líder alegre.
Acerca de este Plan
El Señor les dió dones a todas las personas. Cada cristiano puede liderar en la Iglesia de Dios. El deseo de liderar en el Reino de Dios es noble. Sin embargo, para liderar de manera eficiente, debemos hacerlo con un motivo noble, humilde y fiel. Los ancianos pueden confirmar el don de Dios en nuestras vidas. Debemos liderar de acuerdo a nuestras habilidades, gustosamente y con un corazón de servicio.
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Nos gustaría agradecer a Walking In Grace / Richard Caldwell por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://straighttruth.net/