Dios Te AmaMuestra

Derogación del Antiguo Pacto e introducción del Nuevo Pacto

PUREZA DE LA SEXUALIDAD

IDEAS BÁSICAS

• El Antiguo Pacto, provocado por Moisés, enfatizó la pureza de las relaciones sexuales, criminalizando el sexo fuera del pacto matrimonial, con énfasis en la apariencia física y externa de estas relaciones. En el Nuevo Pacto, Jesús llama la atención sobre la pureza en la sexualidad.
• Enfatizando la pureza del corazón, Jesús llama la atención sobre el deseo pecaminoso que brota y se desarrolla a través de la mirada. Esto envuelve la pornografía, que es la impureza de la mente, de la imaginación, del corazón con respecto a la sexualidad.
• En el contexto de la pureza de la sexualidad a nivel del corazón y del Señor, Jesús enfatiza nuevamente el valor del pacto de la teoría e invalida el divorcio para el Nuevo Pacto.

El Antiguo Pacto, a nivel de los Diez Mandamientos (No cometerás actos impuros.), pero también de otras regulaciones, exige la pureza de la sexualidad. La aguja, sin embargo, se coloca en el aspecto externo, físico y social de estas relaciones, con muy poca charla sobre la pureza del corazón sobre ellas. Jesús afirma, sin embargo, que las malas obras cometidas por los hombres brotan de sus corazones: "De corazón salgan..., adulterios ..." (Mateo 15:19)- Por lo tanto, poniendo el antiguo y el nuevo pacto cara a cara, Jesús dice: "Fue dicho a los del antiguo... pero yo os digo..."- Jesús enfatiza la mirada, el deseo pecaminoso, el adulterio realizado en el corazón, y sólo entonces el adulterio consumido de hecho. La conexión entre el adulterio y la mirada de Jesús también es relevante para nuestros tiempos, cuando la pornografía se ha convertido en un flagelo que destruye la sociedad y la familia. La pornografía es un pecado traicionero, que, aunque no implica realmente cometer sexo inmoral, representa una corrupción del corazón, que se convierte en el lugar misterioso de la inmoralidad. La pornografía sostiene una mente, una imaginación, un corazón adúltero.
Aunque la pornografía parece ser aceptada por la sociedad moderna, destruye la familia, conduce a la proliferación de divorcios, crea adicción, siendo una causa principal del declive moral de la sociedad y la iglesia. Tanto el deseo pecaminoso en el corazón como la pornografía que involucra los ojos y las manos representan el pecado sexual oculto, invisible para muchos a nuestro alrededor, pero visto por Dios. Sólo a través de la llenura del Espíritu Santo y la obediencia a Él podemos tener una vida de victoria sobre los pecados sexuales y las tentaciones y no sólo.