Dios Te AmaMuestra

Derogación del Antiguo Pacto e introducción del Nuevo Pacto

LA NUEVA ALIANZA Y LOS VALORES MATERIALES

IDEAS BÁSICAS

• En el Nuevo Pacto, la riqueza material, la prosperidad terrenal no son evidencia de la bendición de Dios. El cristiano debe contentarse aquí con las "necesidades básicas", con el objetivo de reunir valores en el cielo.
• Jesús personaliza las riquezas llamándolas "Mamón", y la gente de la Nueva Alianza sirve a Dios o a Mamón, es decir, riqueza. La elección de la riqueza sobre el alma es una decisión de la carne, y el dinero así ganado no puede llamarse una bendición.
• Aquellos que verdaderamente sirven a Dios y ponen su total confianza en Él, no en su dinero o posiciones, no matan de hambre su alma debido a la prisa por tantas riquezas como sea posible.
• Dios cuida de Sus hijos cuando confían en Él de todo corazón, así como Él cuida de toda Su creación.
• Jesús asegura a todos aquellos que toman en serio a Dios y le creen en su Palabra, preocupados por el Reino de los Cielos, es decir, por las cosas espirituales, que no le importará cuidarlos durante toda su vida terrenal.

Jesús enseña que, en el Nuevo Pacto, las posesiones terrenales no son evidencia de la bendición de Dios. De hecho, es obvio que hay muchas más personas muy ricas en otras religiones, o incluso ateos, que cristianos. Esta realidad corresponde a la enseñanza de Jesús, que nos aconseja transferir nuestras riquezas "a casa", donde estén a salvo, y no guardarlas en esta tierra, donde solo somos "extranjeros y viajeros".
En el Antiguo Pacto, la promesa de bendición estaba relacionada con lo que se podía recibir aquí en esta tierra. El Reino de los Cielos, traído por Jesús a través de la Nueva Alianza, no nos promete tal cosa, sino todo lo contrario: los apóstoles, aparte de Juan, todos murieron como mártires, sin poseer propiedades terrenales o valores materiales. Además, el apóstol Pablo renunció a todos los valores materiales, posiciones y oportunidades por Jesús, desde el principio, habiéndosele dicho que sufriría por causa del Evangelio. Todo esto contrasta fuertemente con el llamado "evangelio de la prosperidad", que enseña que, si eres hijo de Dios, todo debe irte bien y debes ser rico.
Hasta entonces, En Su gran amor, tal vez sonríe a todas nuestras infancias, esperando que un día lleguemos a conocerle plenamente. Estudiar la Palabra es un buen comienzo para comprender los valores del Reino, y vivir la Palabra trae consigo abundante vida espiritual.