El Novio ApasionadoMuestra

La búsqueda apasionada

La novia, movida por un amor profundo, es sacada de su zona de confort y, como las vírgenes prudentes que salen al encuentro del novio, se esfuerza por buscarlo. Existe una unción especial sobre la nación brasileña, marcada por una intensa pasión y lágrimas que expresan este anhelo profundo por la presencia de Dios. Esta generación, al igual que la novia, anhela día tras día la presencia del Señor, sintiendo la nostalgia de Aquel que la ama.

Cuando el amado está ausente, la novia no encuentra descanso, y su corazón permanece inquieto. Esa pasión, esa hambre por la presencia de Dios, es algo que trasciende el simple deseo; es una necesidad vital. Como la novia en Cantar de los Cantares 5:8, que dice: "Oh hijas de Jerusalén, os hago jurar que, si encontráis a mi amado, le digáis que estoy enferma de amor" (NVI). Ella expresa una urgencia por reencontrarse con su amado, una necesidad desesperada que la hace clamar por él.

Así, esta es la oración de aquellos que realmente aman al Señor: que nada pueda satisfacerlos excepto Su presencia. Es un anhelo que arde en el corazón, que lleva al alma a buscarlo incansablemente, incluso cuando parece que Él está distante. Esa búsqueda incansable es lo que mueve a la novia, lo que la sostiene y la mantiene firme, esperando el momento de encontrarse nuevamente con su amado.

Oración:

Señor Dios, te agradecemos por Tu Palabra que nos guía y transforma. Que nuestro amor por Ti sea siempre el centro de nuestras vidas, renovando en nosotros el primer amor, ese que nos ha traído hasta aquí. Ayúdanos a buscar Tu presencia con fervor, a desear Tu toque, y a alimentarnos de cada palabra que procede de Tu boca.

Padre, que nuestro servicio a Ti sea fruto de un corazón apasionado y entregado, y no solo de una rutina vacía. Líbranos de la distracción y del activismo que nos alejan de Ti. Mantén nuestros corazones sensibles a Tu Espíritu, siempre listos para escuchar y obedecer Tu voz.

Señor, que el beso de Tu Palabra transforme nuestras vidas, acercándonos cada vez más a Ti, hasta el día en que estemos cara a cara contigo. En el nombre de Jesús, amén.