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El Dios Que AdoramosMuestra

El Dios Que Adoramos

DÍA 3 DE 5

Dios es poderoso: Supremamente poderoso en el hombre.

Dios creó el mundo para que el ser humano lo poblara, lo sometiera y tuviera dominio, con el fin de difundir la imagen de Dios por todo el mundo. Ya que la meta de Dios es dar a conocer su nombre a través de la humanidad, Dios sigue comprometido con este propósito. Y ya que la humanidad hizo un desastre con su pecaminosidad, Dios es tan poderoso que usa, encamina y redime las malas decisiones de los hombres para cumplir sus propósitos.

Dios tiene poder para salvar al ser humano.

Es por la intervención del poder de Dios que el ser humano puede volverse a él. A causa del pecado, el hombre le dio la espalda a Dios. Sin embargo, no existe un estado en el que el ser humano se encuentre desde el cual el poder de Dios no lo pueda restaurar. Veamos los siguientes pasajes bíblicos: Porque no me avergüenzo del evangelio, pues es el poder de Dios para la salvación de todo el que cree; del judío primeramente y también del griego. Romanos 1:16. Me explico: El mensaje de la cruz es una locura para los que se pierden; en cambio, para los que se salvan, es decir, para nosotros, este mensaje es el poder de Dios (1 Corintios 1:18).

En Cristo, el ser humano viene a ser una nueva creatura (2 Corintios 5:17). Es un acto creador que solo Dios puede impartir, traer vida espiritual a un pecador cuya inclinación natural no lo lleva a buscarlo, siempre está huyendo de la luz, porque tiene una preferencia por la oscuridad. El hecho de que hombres rendidos a la oscuridad puedan acercarse a Dios y llamarlo Padre es una muestra inmensa de poder. Ya que Dios ha desplegado su poder en la creación, el ser humano asume, equivocadamente, que Dios tiene que usar su poder para detener el sufrimiento y el mal en el mundo. Dios debe usar su poder y mostrar su amor obrando a mi favor, evitándome cualquier dolor. Cuando el hombre pretende saber más que Dios, lamentablemente lo que hace es nublar su entendimiento, cuestionar a Dios (Romanos 9:19) y perderse de ver la manera magistral en la que Dios obra en medio de cada situación.

Cuando le correspondió a Dios ver su vida comprometida es cuando vemos la perfección y estabilidad de su poder, pues no lo usó para escapar de la cruz, sino para llevar a cabo su propósito y su voluntad. Nuestro deseo de que desaparezca el mal contrasta con el deseo de Dios de experimentar el sufrimiento para nuestro bien. Nuestro deseo es egoísta teniendo en cuenta que buscamos nuestra comodidad, mientras que el deseo de Dios es generoso, en tanto que no pensó en sí mismo. La respuesta de Dios al sufrimiento no es una explicación filosófica, tampoco es blindar al ser humano contra el sufrimiento y el mal. La respuesta de Dios es la participación del Hijo de Dios en el sufrimiento del mundo para redimir al mundo.

Frente a esta verdad del poder de Dios podemos responder, por lo menos, con cuatro acciones:

• Huir: no debemos huir de Dios ni de nosotros mismos, sino de nuestros pecados. La presencia de Dios en el mundo y su poder sobre su creación significa que nadie puede escapar de su vista. Nadie puede huir de él. Y nosotros que estamos en Cristo, debemos reverenciarlo como Padre. ¿Adónde me iré de tu Espíritu, o adónde huiré de tu presencia? Si subo a los cielos, he aquí, allí estás tú; si en el Seol preparo mi lecho, allí estás tú (Salmo139:7-8).

Reconocer: no ha sido por nosotros, no nos podemos salvar a nosotros mismos, ha sido gracias a él. Ha sido gracias a su poder que hoy podemos llamarlo Padre. Lo alabamos porque ha intervenido en nuestros asuntos. Un hombre no puede recibir nada si no le es dado del Cielo (Juan 3:27).

• Confiar: no hay nada que le quede grande a Dios, las guerras, las enfermedades, las calamidades, los gobiernos tiránicos, la pobreza, la persecución y la muerte. Nada de esto escapa de su control; en medio de las pruebas y tribulaciones podemos confiar en su poder. Tu diestra, oh SEÑOR, es majestuosa en poder; tu diestra, oh SEÑOR, destroza al enemigo (Éxodo 15:6).

• Sufrir con perspectiva: no hay desperdicio cuando sufrimos en las manos de Dios; a través de las circunstancias Dios nos está extirpando/ limpiando/santificando. Hay belleza en el sufrimiento cuando vemos a Dios en él. Y sabemos que para los que aman a Dios, todas las cosas cooperan para bien, esto es, para los que son llamados conforme a su propósito (Romanos 8:28).

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Acerca de este Plan

El Dios Que Adoramos

Cuando desconocemos los atributos de Dios, tendemos a crear nuestra propia versión de él. En otras palabras, creamos un dios a nuestra imagen y semejanza, ajustado a nuestros deseos. En este plan devocional descubre la grandeza del Dios que adoramos y las implicaciones que tiene en nuestro diario vivir.

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Nos gustaría agradecer a TRUE INFLUENCERS por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://conectarglobal.com/