Creer Y Descansar, Para Su Herencia AlcanzarMuestra

“Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza…Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó” (Gen.1:26ª, 27ª).

En el libro de Génesis, capítulo 1, dice que el hombre fue creado en el sexto día, Dios estaba creando los cielos, la tierra, los astros, los animales, las plantas, y dice que en el sexto día creó al hombre y lo creó a imagen y semejanza de Dios. Dice que, en el séptimo día, Dios descansó de todas sus obras. El hombre, fue creado en el sexto día y al día siguiente el hombre despertó al reposo de Dios (Gen.2:1-3).

En otras palabras, nosotros fuimos creados para abrir los ojos al reposo de Dios, a disfrutar de este reposo juntamente con Él. Ese es el origen de esta serie de mensajes que hablan precisamente de “Creer y descansar en Dios para...”.

¿Sabías que el Señor nos invita a descansar? Pero no a descansar en la cama viendo Netflix, sino que nos habla de otro tipo de descanso, habla de un descanso espiritual, habla de descansar en Él y de reposar en Él. Y este reposo está determinado por nuestro conocimiento y nuestra relación con Cristo Jesús.

Si nosotros conocemos a Jesús, si nosotros aumentamos nuestra conciencia, nuestra convicción, nuestro entendimiento de quién es Jesús, vamos a poder descansar en esa verdad, porque la idea es poder reposar en ese conocimiento.

¿Cómo podremos reposar en ese conocimiento? Pues creyendo que Él es todo lo que Él dijo que era, que es y que hace. Creyendo en todas las promesas que nos dio, creyendo en todo lo que la Palabra de Dios dice que Jesús es y Jesús hizo. Eso es lo que nos va a dar el reposo espiritual y el descanso de todas nuestras obras que en oportunidades queremos realizar para “ser salvos".

El creer también será la clave para recibir las promesas de bendición que Dios tiene para nosotros. Y como lo hemos enseñado en nuestra congregación desde el comienzo, es importante entender que todo lo que el Señor nos da, es a través de su gracia maravillosa.

No porque lo merezcamos, no porque seamos buenas personas, o nos portemos bien, sino porque Cristo se portó bien a la perfección y entregó su vida por nosotros. Él fue el que pagó el precio por nosotros, Él fue el que se hizo pecado por nosotros, Él fue el que derramó Su sangre en la Cruz por nosotros.

Y Dios puede hacer que toda gracia abunde para ustedes, de manera que siempre, en toda circunstancia, tengan todo lo necesario, y toda buena obra abunde en ustedes (2 Cor. 9:8).

¿Qué tal tú? ¿Sobre qué o en quién tienes puesta tu confianza para el mañana? ¿En el conocimiento de la obra todo suficiente de Cristo a favor tuyo o en el esfuerzo diario?