Jesús da la bienvenida a los forasteros

¿Alguna vez te has sentido un poco perdido entre todas las diferentes opiniones e ideas sobre Jesús, preguntándote qué pensar?

¡Bienvenido de nuevo al Día 2 de nuestro viaje devocional! ¿Cómo va hasta ahora? ¿Algún pensamiento nuevo de las historias de ayer? Si estás haciendo este plan con alguien, comparte tus pensamientos juntos, o tómate un momento para anotar preguntas o reflexiones antes de sumergirte en la historia de hoy.

Recuerda, aquí es como puedes estructurar tu tiempo haciendo el plan juntos:

1. Leer: Toma turnos leyendo los pasajes con un amigo o por tu cuenta.
2. Relatar: Resume la historia con tus propias palabras, recordando los detalles.
3. Reflexionar: Comparte lo que te llamó la atención. ¿Qué conocimientos ofrecen estas historias sobre Jesús y las personas involucradas?
4. Relacionar: Discute cómo estas historias podrían conectar con tu vida o desafiar tus percepciones. Usa las Preguntas de Reflexión para impulsar tu discusión.

Hoy encontramos a Jesús compartiendo una comida, una de Sus formas favoritas de conectar con las personas. En Su tiempo, las comidas simbolizaban pertenencia e igualdad. Sin embargo, esta comida en particular causó indignación entre los fariseos, los líderes religiosos que controlaban las prácticas de culto judías. ¿Por qué? Porque Jesús estaba cenando con recaudadores de impuestos y pecadores, personas que la sociedad consideraba indignas.

Los recaudadores de impuestos como Mateo eran despreciados por explotar a su propia gente para lucrar bajo el dominio romano. Eran vistos como traidores y eran rechazados social y espiritualmente. Para un rabino, cenar con tales personas habría sido considerado profundamente ofensivo e impuro. Sin embargo, Jesús no sólo llama a Mateo a seguirlo, sino que también se sienta a compartir una comida en la casa de Mateo con otros etiquetados como "transgresores". Para los fariseos, este acto era escandaloso. Pero para Jesús, era una declaración radical de inclusión y amistad.

Al cenar con marginados, Jesús rompió barreras culturales y religiosas. Esto no se trataba solo de comida, se trataba de restaurar la dignidad de los marginados y extender el amor de Dios a aquellos que la sociedad había descartado. Estaba diciendo: “Eres parte. Eres bienvenido en mi mesa". Imagina lo impactante que debió haber sido esto para personas que habían pasado su vida siendo rechazadas.

Los fariseos no podían entender esto, y Jesús respondió a su crítica con estas palabras:

“Las personas sanas no necesitan un médico, los enfermos sí".

“Quiero que muestres misericordia, no que ofrezcas sacrificios".

“No he venido a llamar a los que se creen justos, sino a los que saben que son pecadores".

Jesús desafió su obsesión con las apariencias externas y las reglas rígidas, enfatizando en su lugar la misericordia y la compasión de Dios para todas las personas. Sus acciones y palabras nos muestran que la verdadera conexión con Dios no se trata de estatus religioso o aceptación social, sino de la disposición a abrazar a los marginados y ofrecerles el amor y la gracia que necesitan.

Preguntas de Reflexión

1. ¿Cómo te sientes acerca de la manera en que Jesús interactúa con los marginados?
2. ¿Qué revelan las palabras de Jesús a los fariseos sobre Su misión y prioridades?
3. ¿Ves alguna conexión entre esta historia y tu propia vida?

Tómate un tiempo para discutir o pensar acerca de estas preguntas. La radical inclusividad de Jesús nos ofrece mucho en qué reflexionar, no solo sobre Él, sino sobre cómo vemos y tratamos a los demás. ¡Nos vemos mañana para el Día 3!