Versículos más leídos de la Biblia Isaías 6

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Después oí que el Señor preguntaba: «¿A quién enviaré como mensajero a este pueblo? ¿Quién irá por nosotros?». —Aquí estoy yo —le dije—. Envíame a mí.

Se decían unos a otros: «¡Santo, santo, santo es el SEÑOR de los Ejércitos Celestiales! ¡Toda la tierra está llena de su gloria!».

Entonces dije: «¡Todo se ha acabado para mí! Estoy condenado, porque soy un pecador. Tengo labios impuros, y vivo en medio de un pueblo de labios impuros; sin embargo, he visto al Rey, el SEÑOR de los Ejércitos Celestiales».

El año en que murió el rey Uzías, vi al Señor sentado en un majestuoso trono, y el borde de su manto llenaba el templo.

Con él tocó mis labios y dijo: «¿Ves? Este carbón te ha tocado los labios. Ahora tu culpa ha sido quitada, y tus pecados perdonados».

Lo asistían poderosos serafines, cada uno tenía seis alas. Con dos alas se cubrían el rostro, con dos se cubrían los pies y con dos volaban.

Entonces uno de los serafines voló hacia mí con un carbón encendido que había tomado del altar con unas tenazas.

Y él me dijo: —Bien, ve y dile a este pueblo: “Escuchen con atención, pero no entiendan; miren bien, pero no aprendan nada”.

Endurece el corazón de este pueblo; tápales los oídos y ciérrales los ojos. De esa forma, no verán con sus ojos, ni oirán con sus oídos, ni comprenderán con su corazón para que no se vuelvan a mí en busca de sanidad.