Madurez en CristoMuestra

La manifestación de Cristo 

La palabra griega apekdechomai de donde se traduce «esperando», habla de una expectativa, es decir, una espera que ansía el momento. Es el tipo de espera que alienta a la persona a prepararse activamente para la manifestación escatológica de Cristo.

La manifestación de nuestro Señor Jesucristo, está asociada con el término griego apocalupsis, que con frecuencia se traduce como «revelación». Este término, básicamente significa correr una cortina para revelar algo. Es el título del último libro del Nuevo Testamento. 

Es importante que el creyente serio y deseoso de estudiar toda la Palabra de Dios, conozca, una vez para siempre, el significado exacto de ciertos términos usados en las Sagradas Escrituras en relación con la venida del Señor y con los acontecimientos que se relacionan con esta; ya que la ignorancia de dichas diferencias, es fuente de muchas confusiones.

La palabra «venida», del griego parusía, significa generalmente el hecho de que una persona, anteriormente ausente, a la vez está ahora presente, y el acto por el cual dicha persona se presenta. No debe confundirse la venida del Señor con la venida del Hijo del Hombre, pues se trata del mismo vocablo griego. 

La venida del Señor es en gracia, la venida del Hijo del Hombre es en juicio. Cuando venga el Señor a reinar para siempre con su iglesia y transformar lo corruptible en incorruptible, será en su carácter o aspecto de «Hijo de Dios».

Las palabras: «el poder y la venida (parusía) de nuestro Señor Jesucristo»; se refieren a su presencia en gloria en su reino eterno, escena de la cual los discípulos tuvieron un anticipo, en el monte de la transfiguración.

Los términos: la venida del Hijo del Hombre, y la venida del Señor en poder, nada tienen que ver con la venida del Señor para resucitar, transformar lo corruptible en incorrupción y reinar para siempre con los santos.

La palabra: revelación del Señor, del griego apocalupsis, es la revelación, bien sea ante los ojos, bien sea ante el alma, del Señor como un objeto escondido hasta entonces. Dicha revelación constituirá el gozo de todos cuantos hemos creído y será para confusión de cuantos no quisieron reconocerlo, por la fe, en el tiempo en que estaba oculto. Por este motivo, no sólo se aplica esta palabra a la revelación de la gloria del Señor, sino también a la revelación del juicio que ejecutará.