La ley del reino: amar al prójimoMuestra

¿Quién es el prójimo?

Dios no es como somos los hombres. El principio que Jesús enseña es que debemos amar al prójimo como a nosotros mismos. ¿Quién es el prójimo? Hay tres niveles de prójimo:

1. Al que todos estamos dispuestos a amar. Nuestros hijos, seres cercanos, la familia, amigos; a todos nos es fácil amar a ese nivel de prójimo, incluyendo la suegra.

2. Aquellas personas que no conocemos, no sabemos su nombre, su vida, pero son aquellas personas que al momento sabemos que tienen una necesidad. La abuelita que va empujando con su poca fuerza el carro del mercado, una persona que está al frente tuyo y le hace falta dos dólares para completar su mandado; ese es tu prójimo, la persona que Dios pone delante de ti, de tus propios ojos, con una necesidad, esa es la gente a la que tenemos que amar.

3. Este es el nivel más difícil, y en esta ley de amar a los semejantes, Jesús dijo: que teníamos que aprender a amar a nuestros enemigos. Porque es fácil amar a los que nos aman, es relativamente fácil amar a alguien que vemos que tiene una necesidad y que podemos ayudar en ese momento, pero, amar a nuestros enemigos, eso ya es demasiado, va más allá de las leyes «normales» del «mundo normal» en el que vivimos. Es cierto, las leyes del reino no son naturales, son ¡sobrenaturales! Rompen los parámetros de la mente y el comportamiento humano; pero eso es lo maravilloso de las leyes del reino, que nos hacen vivir una vida extraordinaria, nos lleva más allá de lo que la gente común puede realizar en su propia fuerza, para eso Dios depositó su Espíritu en nosotros, para que podamos caminar una vida que va más allá de lo que la gente sin Cristo puede hacer. 

Dios nos ama de una manera diferente a la medida humana, el hombre ama con emociones, pero Dios ama con acciones, el hombre ama con pasión, Dios ama con razón, el hombre ama con condición, Dios ama por decisión, el hombre ama temporalmente, Dios ama eternamente, el hombre ama porque le conviene, Dios ama simplemente porque es amor, el hombre busca amor, Dios es amor, el hombre ama porque se enamora, Dios ama porque lo decide.