Una Guía Para El ApóstolMuestra

 “El consejo paulino”

Todos hacemos apuntes. Tal vez sea el resultado de vidas ocupadas o de cortos períodos de atención. La realidad es que hoy en día la gente prefiere condensarlo todo –se conforman con tener la información más importante–. Hay estudiantes que vacilan en el salón de clase y, no es hasta que el maestro les dice que van a tener un examen que realmente se interesan en poner atención.

El arte de resumir y repetir es una de las maneras de almacenar información en la mente. Recuerdo que durante mis años universitarios formé parte de la coral y salíamos a cantar a varios lugares, pero no sin una guía de consejos de cómo debíamos comportarnos en las casas donde nos hospedarían. Sin duda, era información que ya sabíamos, pero nunca estaba de más que nos la volvieran a recordar antes de salir. 

Esto es precisamente lo que hace el apóstol Pablo al final de la epístola a la iglesia en Tesalónica. Él provee una lista de buenos consejos tanto a la iglesia como a cada individuo. No cabe duda de que este es un breve pero excelente resumen de algunas de las mejores prácticas que encontramos en la Palabra.