Una Guía Para El ApóstolMuestra

 “Para con todos”

La primera parte del consejo paulino nos habla acerca de cómo debemos tratarnos unos a otros. Amonestar a los ociosos. Alentar a los de poco ánimo, y darles esperanza. Apoyar a los que necesitan. Tener paciencia con todos... ¡no sólo a las personas que nos agradan!

Es fácil amar y servir a las personas que nos agradan, a quienes están de acuerdo con nosotros, a quienes nos hacen bien, y a quienes podemos llamar amigos; pero no es amor hasta que hayamos logrado amar al que no es amable, al que nos lleva la contraria o desea el mal, a quien nos hace la vida imposible. Amor es amar a nuestro enemigo, amar a alguien cuando no hay beneficio para uno, y amar al que no lo merece. Eso mismo hizo Cristo por nosotros: nos amó y demostró el perfecto ejemplo del amor.

Pero he aquí la parte más difícil. Pablo no sólo nos recuerda lo que había dicho anteriormente 

–a no pagar mal por mal–, sino a no quedarnos de brazos cruzados sin hacer nada. Debemos intervenir si vemos alguna injusticia. Por supuesto que es mucho más fácil hacernos de la vista gorda y esperar que Dios lo resuelva; pero el pasaje nos motiva específicamente a salir de nuestra zona de confort y hacer algo para bendecir a la iglesia.