Se trata de tiMuestra

Eres

Voy a rendir todo otra vez 

Mi lugar es a tus pies

Quiero perderme en ti, mi Rey

Yo quiero verte sonreír…

Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará. Qué palabras tan profundas las de Jesús, el Cristo encarnado. Difieren mucho del pensamiento humano, del sistema de este mundo, que se dice: «El único que importa eres tú. Si no te beneficia, no lo hagas.» Pero el pensamiento de Dios es diferente, trasciende la dimensión terrenal, temporal, de un cronos marcado por la inmediatez del ahora, a lo eterno, a la salvación, al significado de su vida y la causa de Cristo. Porque fuera de Cristo no somos nada. En realidad, al “perder” nuestra vida, estamos saliendo de lo vano de este mundo, para entrar a la vida de Cristo. Como hijos de Dios, hemos sido empoderados para ver la diferencia, y perdiéndonos en Él, que Cristo viva a través de nuestras vidas.

El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, y tu ley está en medio de mi corazón. Solo aquellos que hemos sido trasladados de la potestad de las tinieblas al reino del amado Hijo de Dios, podemos entender que hacer su voluntad dentro del propósito eterno lo glorifica, lo exalta. Cada día es una toma de decisiones. Cada acción es una manifestación de esas decisiones que muestra quién está en gobierno en mi vida. ¿Qué ven los demás en mí? ¿Ven a Cristo? ¿Me ven rendido a sus pies?

Su Palabra nos dice que nuestro entendimiento es necesario y determinante. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. No debemos conformarnos a este siglo, es decir a lo que es normal para los demás, aunque vaya contrario a Dios. Cada día enfrentamos situaciones reales, se protege las ballenas pero se mata a los bebés en gestación; disminuye el matrimonio entre hombres y mujeres, pero se promueve el matrimonio homosexual; se respalda la corrupción con acciones aunque se hagan proclamas en su contra. Este siglo ejerce una gran presión sobre los hijos de Dios, pero si tenemos renovado nuestro entendimiento y discernimos lo que no está alineado con Dios, entonces comprobaremos la buena voluntad de Dios en nuestras vidas, que es agradable y perfecta. Entonces, podremos adorar a Dios verdaderamente con entendimiento. Porque misericordia quiero, y no sacrificio, y conocimiento de Dios más que holocaustos.

¿Qué pensamientos de este siglo han entrado en tu mente? Oro para que renueves tu entendimiento y no te conformes al sistema de este siglo.