Personas LibresMuestra

Es fácil compararnos con los demás. Tendemos a ver lo que tienen,  lo que hacen o a dónde van, y lo comparamos con lo que tenemos, lo que hacemos o a dónde vamos. Si comparamos, podemos encontrarnos constantemente deseando que nuestras vidas se parezcan más a las de alguien más. Pero Pablo sugiere algo diferente. En lugar de mirar a los demás, él dice que debemos mirar a nuestro Creador, Dios, y ser como Él. Tratar de ser más parecido a los demás es un juego perdido. Pero mirar a Dios es, en definitiva, aprender a ser  más en aquello que Él nos creó para ser. Hoy, vive con la meta de mirar a Dios para que te diga quién eres y dejar que Él te haga más como tu Creador.