[Serie Hechos] Imparables del evangelioMuestra

Imparables del evangelio 

Pastor Gerardo Flores

Al llegar a Tesalónica, el apóstol Pablo habla sobre el ministerio de Cristo. Se levanta como vocero rompiendo las reglas del día de reposo, la gente cree y esto hace que un grupo celoso de sus tradiciones decida detenerlo. La Palabra de Dios incomoda a mucha gente. 

Toman preso a Jasón junto a otros creyentes y los llevan delante de las autoridades acusándolos de trastornar la ciudad. Al no hallarlos culpables, los dejan libres. Pablo y Silas permanecen en Berea donde los ciudadanos son más nobles y receptivos a la palabra. Luego, Pablo se mueve a Atenas, una ciudad sumergida en la idolatría. Allí lo reciben y lo llevan al Areópago para confrontarlo por sus enseñanzas. 

Pablo no mencionó citas bíblicas ni desarrolló un sermón teológico como los que la iglesia escucha cada domingo, sino que, con frases sencillas, se levantó e hizo alusión al altar en el cual estaba esta inscripción: AL DIOS NO CONOCIDO. Tomó esa situación como oportunidad, les dijo: «De ese Dios que tienen en ese altar, es de quien yo les vengo a hablar». Ellos tenían altares para dioses diferentes, pero había un Dios desconocido para los atenienses, el que le había sido revelado a Pablo. 

Esto era algo diferente. Pablo les revela «al Dios no conocido» que hizo los cielos y la tierra, el que no habita en templos hechos por manos humanas ni necesita nada de los hombres porque todo es de él. Lo que Pablo enseñaba era totalmente diferente a lo que sabían y a lo que estaban acostumbrados a oír. 

Pero gran número de atenienses, asombrados por lo que escuchaban, temían y se maravillaban de las palabras de Pablo quien, en un cierre perfecto, les habla de la resurrección de los muertos. Muchos se burlaron, pero, aun así, hubo fruto: Dionisio, el areopagita, Dámaris y algunos otros, creyeron. Siempre que se predique de Cristo habrá alboroto, trastorno y locura para muchos, pero para otros, poder de Dios. ¡Qué privilegio ser parte de los que trastornan al mundo!

Responde 

La manifestación de Dios en cada circunstancia provee su justicia y la sabiduría para predicar en pocas palabras el mensaje que transforma vidas. La iglesia necesita gente que vea el temor de lejos y la persecución como una oportunidad de expansión, gente que ayude a promover en todas las áreas al Dios no conocido, pero revelado a nosotros. ¿Eres tú una de esas personas decididas a imitar la osadía de Pablo?