Transformados Un viaje cristiano urbanoMuestra

Solo en la multitud

Efrain Alicea

Una de las cosas más emocionantes de la vida en la ciudad de Nueva York es que nunca estás solo; siempre estas rodeado por una multitud. Si tomas el tren para ir al trabajo todos los días, es posible que te halles cerca de cientos de personas durante tu viaje. Nueva York es también uno de esos lugares especiales donde la gente está ocupada, corriendo de un lugar a otro. Nadie mira hacia arriba. Nadie deja de mirar el teléfono. Nadie dice: «¡Hola!»

En medio de toda esta actividad, es muy fácil sentirse solo en medio de una multitud... ¡y el aislamiento es algo peligroso! Te puedes encontrar muy fácilmente solo con tus propios pensamientos, tus propios problemas, tus propias ansiedades. Esto conduce a una gran desconexión. Puedes estar rodeado de millones de personas y, sin embargo, sentirte solo.

Ahora, aunque puede ser que te sientas desconectado, Dios nos dice exactamente lo contrario. Nos dice que él desea conectarse con nosotros. No debemos permitir que nuestras ansiedades se aprovechen de nosotros porque él está con nosotros y nos cuidará.

Al pensar en estas cosas, tómate tiempo para recordar las promesas de Dios para ti. ¿Puedes tomarte de las promesas de Dios? ¡Espero que puedas porque Dios es fiel a su Palabra! Él prometió que estaría contigo todos los días de tu vida hasta el fin del mundo. Él está contigo, ¿por qué deberías tener miedo? Él te hará fuerte, te protegerá y te ayudará en todo lo que hagas en este mismo día.

Hoy, puedes elegir confiar en tus sentimientos, o puedes escoger confiar en las promesas de Dios. Los sentimientos van y vienen, pero la Palabra de Dios permanece para siempre. Es tu elección dónde determinarás enfocar tus pensamientos el día de hoy. ¿Será en cómo te sientes? O bien, en el hecho de que Dios está contigo, fortaleciéndote, protegiéndote y ayudándote en todo lo que harás. Te animo a orar junto conmigo y a alinear tus pensamientos con la Palabra de Dios.

Oración

Dios, gracias por amarnos tanto que nunca nos dejarás solos. Gracias por abrirte camino en nuestras vidas, incluso en medio de nuestra soledad. Ayúdanos a nunca dejar que la soledad nos supere y nos paralice con miedo.