Liberación del miedo

“En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor”.

—1 Juan 4:18

Nunca tengas miedo de nada. Hay dos cosas en el mundo: una es el miedo, la otra es la fe. Uno pertenece al diablo, la otra a Dios. Si crees en Dios, no hay miedo. Si te inclinas hacia cualquier engaño de Satanás, te aterrorizará. El miedo siempre trae esclavitud. Hay un lugar de amor perfecto en Cristo en el que siempre desechas todo el miedo y vives en el lugar de la libertad. (Ver 1 Juan 4:18.) Asegúrate de que nunca permitas que nada te dé miedo. Dios es contigo; ¿quién puede estar contra ti? (ver Romanos 8:31).

La razón por la que tanta gente ha entrado en la Ciencia Cristiana es que la iglesia es estéril; no tiene el Espíritu Santo. La Ciencia Cristiana existe porque las iglesias tienen un lugar estéril donde el Espíritu Santo no tiene permitido gobernar. No habría lugar para la Ciencia Cristiana si las iglesias estuvieran llenas del Espíritu Santo. Pero debido a que las iglesias no tenían nada, entonces los necesitados fueron al diablo para llenar el vacío, y él los convenció de que tenían algo. Ahora las mismas personas salen sabiendo que no han tenido nada, solo una experiencia en el desierto.

Salvémonos de todos estos problemas dejando que el Espíritu Santo llene nuestros corazones. No dependas de ningún tiempo pasado, ningún momento pasado, sino deja que la unción esté sobre ti, deja que la presencia y el poder estén sobre ti. ¿Tienes sed, anhelo, deseo? Entonces Dios derramará de Sus tesoros todo lo que necesitas. Dios quiere satisfacernos con su gran y abundante amor santo, impartiendo amor sobre amor y fe sobre fe.

Si te has quedado corto, es porque rechazaste al Espíritu Santo. Deja que el Espíritu Santo sea luz en ti para aligerar incluso la luz que hay en ti, y ninguna oscuridad te caerá; serás sostenido en el medio del camino.

Ten cuidado cuando alguien se te acerque con una píldora recubierta de azúcar o una lengua viscosa. El Espíritu del Señor siempre trata con la verdad. Dale al diablo la mayor persecución de su vida diciendo estas palabras: “Pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado” (1 Juan 1:7).

Mira hacia la venida del Señor. Está en paz; vive en paz; perdona y aprende cómo perdonar. Nunca tengas malicia; no guardes rencor contra nadie. Perdona a todos. No importa si te perdonan o no, debes perdonarlos. Vive en el perdón; vive en arrepentimiento; vive de todo corazón. Ordena tu casa, porque el Hijo de Dios viene a tomar lo que hay en la casa.

Pensamiento para hoy: La causa de todo deterioro es el rechazo al Espíritu Santo.