El pan de vida

“No os dio Moisés el pan del cielo, mas mi Padre os da el verdadero pan del cielo. Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo”.

—Juan 6:32–33

Amado, quiero que Dios te dé un apetito espiritual para que tengas un gran deseo interno de comer la Palabra, donde la saborearás con gozo, donde la consumirás con gracia. A medida que la Palabra viene a ti, (la Palabra de Dios, el Pan del Cielo, lo que necesitas, la naturaleza misma de la vida del Hijo de Dios) y mientras comes, serás creado en un nuevo orden semejante a Él, quien te ha creado para su plan y propósito.

El proceso de la Palabra de Dios debe encender en nosotros el separarnos del mundo. Debe traer la muerte a todo excepto a la vida de la Palabra de Cristo en nuestros corazones. Quiero salvarte de juzgar, porque en la medida en que no hayas llegado a la revelación de esta obra eterna en ti, en esa medida no llegarás a creer en el verdadero principio de la Palabra de Vida.

La Palabra de Dios es para darte luz. El Espíritu del Señor y la Palabra del Señor: uno es luz, el otro es vida. Debemos ver que Dios quiere que tengamos estas dos propiedades divinas, la vida y la luz, para que estemos en un lugar perfecto para juzgarnos por la Palabra de Dios. La Palabra de Dios se mantendrá verdadera, sean cuales sean nuestras opiniones. Las Escrituras dicen muy sinceramente: “¿Pues qué, si algunos de ellos han sido incrédulos? ¿Su incredulidad habrá hecho nula la fidelidad de Dios?” (Romanos 3:3). ¿Cambiará la Palabra?

Dios cernirá al creyente. Aléjate de la paja. La paja es juicio; la paja es incredulidad; la paja es miedo; la paja es fracasar. Es la cobertura de los débiles, y siempre que cubra a los débiles, les impide venir a buscar pan. Entonces Dios tiene que lidiar con la paja; Él tiene que quitarla para que puedas ser el pan puro, la vida pura, la palabra pura, y para que no haya nada extraño en ti, ningún malentendido.

Dios tiene que tratar con su pueblo, y si Dios trata con la casa de Dios, entonces pronto tratará con su pueblo (ver 1 Pedro 4:17). El principio es el siguiente: todo el mundo necesita y anhela estar en lo cierto, por lo que debemos ser sal y luz para guiarlos, dirigirlos, operar ante ellos para que vean nuestras buenas obras y glorifiquen a nuestro Señor.

Necesitas el Pan para alimentarte la vida. La Palabra de Dios es el Pan. No hay hambruna pasando ahora; Dios nos está dando el Pan de Vida.

“El que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás” (Juan 6:35). Es una satisfacción constante, una gozosa expresión interior, un lugar de paz.

Pensamiento para hoy: La Palabra de Dios será la misma independientemente de que la gente la crea o no.