[Serie 1 Juan] La vida real camina en la luzMuestra

El lado oscuro

En el primer capítulo de la primera carta de Juan, vemos una pelea entre la luz y la oscuridad. Juan dice que nosotros somos pecadores, y que no queremos admitir que estamos equivocados. Tristemente, el orgullo detrás de esta condición es el camino que nos lleva a engañarnos a nosotros mismos. Terminamos creando una nueva realidad, para poder crear juntos un mundo en el cual nuestro pecado no está mal, sino que es normal.

«Dios los crea y ellos se juntan», es la manera que podemos ponerlo. A los ladrones les gusta andar con ladrones, a los borrachos les gusta andar con borrachos, a los drogadictos les encanta andar con drogadictos, a los exhibicionistas les gusta andar con exhibicionistas, y estos y aquellos andan con quienes son como ellos. Nos rodeamos de aquellos que son como nosotros. Lo que empieza como un: «Sé que esto está equivocado, sé que esto está mal», termina con un, «Todos lo hacen».

Este engaño termina donde comienza ese lugar pecaminoso y orgulloso, en donde creamos básicamente una nueva realidad y hacemos parecer que el pecado ya no es más pecado, y le llamamos luz oscura, y oscura luz. Allí plantamos este jardín de nuestras vidas y recogemos la mala hierba y le llamamos verdura. «No. Esto no está mal». ¿Por qué no está mal? «Porque todos lo hacen». Y vamos reuniendo amigos que hacen lo que nosotros queremos hacer y ahora tenemos una nueva realidad alternativa. Creamos el autoengaño. Estamos engañándonos a nosotros mismos. ¿Sabes cómo lo llamamos? Aquí está como lo llamamos: me justifico. «Yo no soy materialista. Solamente me gustan las cosas buenas. A todos les gustan las cosas buenas».

«Yo no soy egoísta, solamente me gusta hacer las cosas a mi manera. A mí me gusta como lo hago. Pienso que es la mejor manera de hacerlo».

A todos les gusta su manera de hacer las cosas. Entonces, lo que sucede es que creamos un lugar que nos engaña a nosotros mismos, donde justificamos nuestro pecado y lentamente, pero de manera segura, comenzamos a caminar en las sombras, luego a caminar en la oscuridad, hasta que, finalmente, nos rodeamos con este grupo que hará parecer normal nuestro pecado y hará que ya no sea pecado. ¿Por qué? Porque todo el mundo lo hace. Y así es como definimos el pecado, lo que está bien o lo que está mal en la sociedad, en nuestro propio corazón. La Biblia nos dice: «Cuando caminas en la oscuridad, caminas en autoengaño. Autoengaño y mentiras».

Nuestra única esperanza es caminar en la luz.