¿Quién Eres? Tu Identidad en CristoMuestra

TE DA SEGURIDAD

Si somos sinceros, tú y yo estamos llenos de temores e inseguridades. Experimentamos ansiedades y preocupaciones que nos paralizan. Nos sentimos inferiores e intimidados por otras personas. Pero Dios mismo es quien te brinda la seguridad porque eres:

Conocido.

Quizás pienses que la persona que más te conoce sea tu mamá, tu papá, tu hermano o tu cónyuge. Pero Dios te conoce tal y como eres. En tus momentos altos y bajos. Conoce tus pensamientos más íntimos y tus anhelos más profundos. ¿Y lo más sorprendente de todo? Que aún así te ama profunda e incondicionalmente.

Aceptado.

Una de las realidades más grandes es que Dios nos aceptó incondicionalmente en Cristo. Esta es una de las luchas más grandes que tenemos como humanos. Las esposas anhelan sentirse aceptadas incondicionalmente por sus esposos. Los hijos por los padres. Los hombres por sus amigos. A través de su gracia, Dios “nos hizo aceptos en el Amado” (Efesios 1:6). Los humanos nos vamos a defraudar unos a otros. Solamente Él puede proveerte aceptación incondicional. 

Perdonado.

Cuando Jesús murió en la cruz, Él quitó el peso entero de la culpa que tú y yo cargábamos. El amor de Dios por ti es tan grande, que “cuando aún éramos pecadores, Cristo murió por nosotros” (Romanos 5:8). De hecho, en Cristo hemos sido justificados por la fe y tenemos paz con Dios. (Romanos 5:1)

No eres esclavo.

El pecado ya no tiene dominio sobre nosotros. No somos más esclavos. Cristo nos ha dado libertad. Podemos vencer cualquier mal hábito o patrón dañino en nuestra vida porque “Sabemos que nuestra vieja naturaleza fue crucificada con él para que nuestro cuerpo pecaminoso perdiera su poder, de modo que ya no siguiéramos siendo esclavos del pecado. (Romanos 6:6).

Aplicación: Quien más y mejor te conoce es Jesús y Él te acepta incondicionalmente. ¡No tienes que demostrar tu valor ante nadie!