¿Quién Eres? Tu Identidad en CristoMuestra

LE PERTENECES A DIOS

La gran pregunta no es quién eres, sino de quién eres. Recuerda que eres la posesión adquirida por Dios:

Fuiste comprado.

El precio de nuestro rescate no fue algo perecedero como el oro o la plata. Fuiste comprado al más alto precio: la sangre derramada de Jesús. ¿Acaso no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, quien está en ustedes y al que han recibido de parte de Dios? Ustedes no son sus propios dueños; fueron comprados por un precio. Por tanto, honren con su cuerpo a Dios (1 Corintios 6:19-20).

Eres parte del pueblo de Dios.

Hayas tenido o no un trasfondo religioso en tu vida, tengas o no una herencia judía, en el momento en que aceptas a Cristo como tu Salvador, pasas a formar parte del pueblo de Dios. Somos linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo que pertenece a Dios (1 Pedro 2:9) según el apóstol Pedro. Es decir, lo que antes estaba reservado para un grupo exclusivo, Dios lo ha hecho disponible para ti y para mí. 

Eres parte del cuerpo.

Un cuerpo, por definición, está compuesto de varios miembros. Ningún miembro es más importante que otro. Más bien, los miembros son parte los unos de los otros dentro de la estructura del cuerpo. Dios te ha dado un lugar muy especial dentro del cuerpo de Cristo, la iglesia, para que cumplas una función específica y suplas las necesidades del mismo. Así que encuentra ese lugar dentro de la Iglesia que Dios ha diseñado para ti.

Eres parte de la familia.

Ya vimos anteriormente que el Señor es nuestro Padre Celestial, nosotros sus hijos, y por tanto, somos hermanos dentro de la familia de la fe. Uno de los mayores regalos que Dios te da es precisamente esa familia espiritual que te permitirá crecer, servirle y alcanzar a otros. No eres huérfano,  ¡eres parte de una familia especial!

Aplicación: No estás solo. Dios te ha hecho parte de la Iglesia universal a través de una iglesia local. Si no eres parte de una, busca una, encuentra tu lugar.