El Discernidor: creando una cultura de sabiduría y feMuestra
Proclamaciones poderosas
Miremos otro componente esencial de una cultura de sabiduría y fe: el poder de la proclamación. Desde la proclamación en oración hasta la proclamación profética, nuestra cultura de fe se expande y crece más profundamente a medida que se anuncia la verdad de Dios a los oyentes. Fundamentalmente, proclamamos la grandeza de Dios:
Porque el nombre de Jehová proclamaré. Engrandeced a nuestro Dios. Él es la Roca, cuya obra es perfecta, porque todos sus caminos son rectitud; Dios de verdad, y sin ninguna iniquidad en él; es justo y recto. (Deuteronomio 32:3–4, RVR 1960)
Recuerde siempre que no estamos orando y proclamando hacia la victoria; estamos orando y proclamando desde un lugar de victoria. Existe un auténtico poder en las revelaciones proféticas cuando las proclamamos dentro de la comunidad de la iglesia y al mundo. Como pueblo de Dios, conocemos al Señor y conocemos la voz de nuestro Pastor. El Dios que creó la comunicación en todas sus formas es perfectamente capaz de hacerse entender; Él nos habla a cada uno de maneras que no solo podemos entender, sino también comprender. Él sabe cómo hablar el idioma de tu alma, y te dará una canción para cantar al mundo.
Tú y yo, que llevamos el Espíritu de Dios, podemos proclamar las buenas nuevas de salvación dondequiera que vayamos. En una cultura de fe sabia, después de dirigir proclamaciones a Dios mismo, exaltando su grandeza, nos levantamos y declaramos libertad para las personas que caminan en la oscuridad, libertad de los poderes espirituales de la maldad. Veamos nuevamente este pasaje de Isaías:
El Espíritu del Señor omnipotente está sobre mí, por cuanto me ha ungido para anunciar buenas nuevas a los pobres. Me ha enviado a sanar los corazones heridos, a proclamar liberación a los cautivos y libertad a los prisioneros, a pregonar el año del favor del Señor y el día de la venganza de nuestro Dios, a consolar a todos los que están de duelo, y a confortar a los dolientes de Sión. Me ha enviado a darles una corona en vez de cenizas, aceite de alegría en vez de luto, traje de fiesta en vez de espíritu de desaliento. Serán llamados robles de justicia, plantío del Señor, para mostrar su gloria. (Isaías 61:1–3)
Nuestras proclamas audaces y llenas de fe cambian la atmósfera espiritual y la inundan con la luz y la presencia de Dios. No somos personas que simplemente nos pasamos el tiempo evitando problemas y esperando escapar de este mundo problemático. En cambio, llevamos la presencia de Dios al mundo que nos rodea, proclamando Su señorío, supremacía y amor. Nos acercamos e intercedemos. Rompemos las ataduras y liberamos a las personas del cautiverio.
Todo el tiempo, los que moramos en el lugar seguro de Dios, nos regocijamos en Su grandeza, bondad y amor. Podemos decir que hemos visto al Señor con nuestros propios ojos porque lo hemos discernido en el trabajo en muchos lugares, entre los cuales está nuestro corazón.
Acerca de este Plan
¿Cómo podemos distinguir claramente la voz de Dios? Creando una cultura de sabiduría y fe para desarrollar el discernimiento espiritual y recibir la revelación de Dios. Los elementos fundamentales incluyen: fe auténtica, valores fundamentales divinos, caminar en la autoridad de Cristo, caminar en comunidad y proclamaciones poderosas. La revelación de Dios nos transforma para que podamos encarnar a Cristo en el mundo. La santa progresión es relación, revelación y encarnación.
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Nos gustaría agradecer a Whitaker House por proporcionar este plan. Para mayor información por favor visite: https://www.espanolwh.com/book-authors/james-w-goll/