[Serie Una sola carne] Lo que siembras, cosechasMuestra
Fruto abundante
«Todo lo que el hombre siembra, eso mismo cosechará», Gálatas 6:7. La cosecha se realiza de la misma naturaleza que siembras. Si siembras un maíz, cosecharás de 6 a 8 mazorcas de 150 granos cada una. Partimos de una semilla, pero se cosecharon 150, ¡mira qué gran multiplicación! Así es el proceso natural de las plantas, pero Dios lo dejó para que aprendiéramos cómo se multiplica lo que sembramos en las personas también. Si sembraste semilla de muerte ya sea en palabra, actitud o acción, ¿cómo será tu cosecha? Si sembraste semilla de vida en palabra, actitud o acción, ¿cómo será tu cosecha?
Pero no cosechas la misma cantidad que sembraste, esa semilla se multiplica para vida o muerte, es esta la explicación cuando decimos «pero si solo fue una vez». Sí, pudo haber sido en una ocasión, pero la semilla se sembró y su fruto se multiplica, entonces esa única vez da como resultado destrucción del hogar, desconfianza, dolor, resentimiento, entre muchos otros frutos de muerte, es por esto por lo que debemos ser conscientes día a día de lo que sembramos.
No esperes cosechar bondad si tu semilla ha sido de ira, egoísmo, malos tratos; ¿entonces, por qué te sorprendes si cosechas lo que sembraste? Si queremos cosechar amor, respeto, admiración, lealtad, fidelidad, debemos sembrar vida, con la palabra amable, los detalles que cultivan el amor, para que entonces los frutos que cosechemos sean los esperados.
Permite que Dios restaure aquellas áreas de cosecha no deseada, arrepiéntete inmediatamente cada vez que descubras que estás sembrando semillas equivocadas. Necesitas ser intencional en seleccionar la semilla que siembras. Cuando llegue la cosecha, disfruta con tu cónyuge y tus hijos los tiempos de abundancia de palabras sabias, de ambientes de paz y gozo, de generosidad de tiempo bien invertido, de diálogos que construyen y oraciones que dimensionan.
¿No sabes cómo elegir la semilla adecuada? Pide a Dios que te de semilla para sembrar. A veces nos acostumbramos a hablar mal y nos cuesta encontrar una buena semilla, pero Dios es experto en buenas semillas, por eso un buen lugar para encontrarlas es leer la Palabra y orar. Es importante tener en tu organización del día un tiempo para la oración y alimentar el alma con la Palabra de Dios, si lo hacemos constantemente es muy probable que sembremos vida y cosechemos amor.
Reflexionemos
¿Qué semillas quieres sembrar? Encuentra en la Palabra, las semillas adecuadas para sembrar.
Escrituras
Acerca de este Plan
Este es el tercer devocional de una serie de ocho, bajo el título «Una sola carne». Es una recopilación de principios de la Palabra con respecto a una de las relaciones más complejas del ser humano: el matrimonio. Si Dios nos diseñó para vivir en matrimonio, ¿por qué es tan complicado? Estos siete días hablaremos de la siembra y la cosecha de lo que hablamos y hacemos en el matrimonio.
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Nos gustaría agradecer a American Bible Society / El Centro Network por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.americanbible.org/