[Serie Una sola carne] Lo que siembras, cosechasMuestra

Siembra con la Palabra de Dios

Salmo 1:3, «Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace, prosperará». La esposa habla: Mi esposo es árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae, y todo lo que hace, prospera.

Proverbios 12:4, «La mujer virtuosa es corona de su marido». El esposo habla: Mi esposa es virtuosa y es mi corona. La esposa habla: Soy mujer virtuosa que espera en Dios y obra según su Palabra.

Filipenses 4:13, «Todo lo puedo en Cristo que me fortalece». Los padres hablan a sus hijos: Hijo mío, tú puedes hacer todo en Cristo, fortalécete en él.

El hijo de Dios habla: Puedo dejar el vicio de la pornografía porque Cristo me fortalece.

Siempre la Palabra nos da las respuestas que necesitamos, podríamos citar muchas más palabras para edificar y sembrar vida, que necesito para poder vivir sembrando vida. Es muy fácil, lo que necesito es alimentar mi cuerpo, mi alma, mi pensamiento de la Palabra de Dios. Cómo puede mi boca hablar vida si me he sumergido en la muerte, si mi lectura diaria es en el mundo, si escucho a mis amigos hablar del sistema de este mundo, entonces me he dejado llevar por el mundo y siembro muerte.

La lectura de la Palabra debe ser parte real de cada hijo de Dios. ¿Cómo te alimentas espiritualmente de manera adecuada si no lees la Palabra? ¿Si no meditas en ella? ¿Si no vives el diseño de Dios para tu vida, tu matrimonio y tu ministerio? En la Palabra de Dios encuentras el fundamento para tu vida. 

Es tiempo de tomar decisiones, de decir quiero sembrar vida para cosechar siete veces más un fruto de salvación y amor, es tiempo de llenar mi corazón de palabras buenas, de acciones y actitudes que reflejen quien habita en mí. Vamos a leer la Biblia y a poner en práctica cada palabra, vamos a amar mucho y esperar en Dios, es el momento de sembrar lo que queremos cosechar.

Esposos, juntos pueden sanar su hogar, sanar a sus hijos y formar un hogar de amor para lo que fueron llamados a dejar su padre y su madre. Sembremos día a día y esperemos en Dios con oración para cosechar frutos de vida.

Reflexionemos

¿Estás encontrando en la Palabra, las semillas adecuadas para sembrar?