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Cómo cultivar un corazón sano

DÍA 6 DE 7

Un corazón con sentido de propósito

El empeño más importante de tu vida debe girar  alrededor de  una pregunta fundamental: saber para qué propósito fuiste creado. La falta de propósito empuja al hombre a vivir una vida disoluta, egoísta y utilitaria, centrada en sí mismo; carente de compromiso y responsabilidad.

Un corazón sin Dios, carece de real propósito. Y sin un sentido de propósito la vida se hace insoportable de vivir. Se llena de frustración, de aburrimiento, de vacío existencial; se convierte en una carga pesada difícil de sobrellevar. 

Dios te creó con un propósito

Tu propósito está relacionado con Dios, porque fuimos creados por su voluntad y para cumplir sus planes y propósitos, tal como lo refiere Efesios 2:10. Por eso conocer a Dios y recibirle en tu corazón, es la decisión más importante en tu vida, porque Él es el único capaz de darle verdadero sentido a tu existencia. 

Dios no sólo creó a cada ser humano desde el vientre de su madre, sino que lo formó con un propósito. Dios te hizo para sus propósitos  y planes eternos para que ejecutaras sus obras prefijadas para ti desde la eternidad, y puso en tu corazón el instinto de búsqueda a Él. Rick Warren dice: “Fuiste creado por Dios y para Dios, y hasta que no lo entiendas, tu vida no tendrá ningún sentido…".

La verdad es que en el corazón del hombre que no tiene a Dios lo que hay es confusión, dolor, miedo, ira, pesimismo, desesperanza, soledad y caos, porque falta la presencia de Dios, que traiga sentido - propósito, claridad y dirección.  "Mucho antes de que oyéramos de Cristo, él nos vio y nos diseñó para una vida gloriosa, parte de su propósito general en el que trabajó en todo y para todos” (Efesios 1:11).



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