Derriba tus gigantesMuestra

Gigante 2: ¿Qué dicen de mí los demás?

Este es el gigante que la mayoría de las personas jamás podrán derrotar. Las opiniones de los demás nos pesan tanto, que terminamos peleando contra un fantasma que no existe. Cambiamos nuestro rumbo y hasta gastamos energías para demostrar que lo que dicen no es cierto. Terminamos agotados, fuera del propósito de Dios y frustrados porque nunca acabaremos de dar un giro a la opinión de los demás. Entonces ¿qué? La respuesta es simple: 

solo escucha la opinión de Dios sobre tu vida, lo cual dirige, construye y te lleva a alcanzar el propósito para el que naciste, como dice el profeta Jeremias.

David, como cada uno de nosotros, tuvo que enfrentarse a la opinión de los más cercanos: la opinión que más duele. Su hermano mayor, su modelo al que más respetaba, le dijo: “Yo conozco tu soberbia y la malicia de tu corazón…”. Nunca una mentira fue tan fuerte. ¿Qué tal si David se hubiera enojado y se hubiera ido a casa por semejante ofensa? Casi puedo ver a decenas de hermanos en las iglesias entristecidos por las opiniones de los demas, cerrando la oportunidad de ver en solo minutos la gran victoria de Dios en sus vidas al preferir enojarse y frustrar el plan de Dios en sus vidas.

David fue a servir a sus hermanos y a llevarles alimentos, y escuchó a Goliat insultar a su Dios, el Dios que lo había librado del león y del oso. Tal es así que le dijo al rey que pelearía en el nombre de Dios. La opinión de Saúl también fue muy adversa: “No podrás tú ir contra aquel filisteo…”. Tal vez tenía razón, pero estas peleas no son ganadas por habilidad humana, sino por Dios. David volvió a escuchar la voz de Dios y salió al encuentro de un destino divino.

Por último, Goliat mismo al verlo le dijo: “…Soy acaso un perro…”. Aunque esta declaración hecha por un adversario es tal vez la más esperada, muchos igualmente sucumben al escucharla. Al creerla, le dan lugar al peor enemigo de un hombre de fe: la duda. Te aseguro que es la manera en que habrás perdido la batalla antes de enfrentar al enemigo.

Por eso, cuando escuchas la opinión de Dios recibes poder, revelación, y verás su gloria en tu vida. Sin importar cuáles sean tus cualidades, Él te usará para derribar gigantes.