Derriba tus gigantesMuestra

Gigante 3: Las circunstancias 

¿Cuántas veces esperamos el momento ideal para servir a Dios y ese momento nunca llega? Son amigos y hermanos que comenzaron juntos a seguir a Jesús, pero cuando tuvieron que enfrentarse a circunstancias prefirieron dar un paso atrás y sentarse en los cómodos sillones de la mediocridad. David tuvo que enfrentarse también a las circunstancias para dar batalla al gigante. Cuando Saul lo vio solo vio un pastorcito indefenso que se enfrentaria a un entrenado hombre de guerra e intento vestirlo con la armadura mas 

Se vistió como un soldado normal con todos los elementos para una batalla profesional, pero David no estaba entrenado para eso. Solo tenía la honda y cinco piedras lisas que recogió del lecho del río para enfrentarse a un Goliat armado hasta los dientes.  Escuchar a alguien que no ha recibido la visión como tú te desalentará, porque solo tú verás lo que Dios te mostró. 

Cuando Dios te da una visión, te elevará por un instante a mirarla como Él la ve; desde el cielo mismo. 

Tu visión es más alta que tu humanidad, y empiezas a creer para ver lo que Dios ya imprimió en tu mente y tu corazón.

Cuando tus ojos no están puestos en las circunstancias sino en Jesús, todos los gigantes son pequeños y se caen ante la presencia de Dios. Los mares se abren, los panes se multiplican, las murallas se derrumban y finalmente tu única arma, aquella piedrita diminuta, pega en el lugar justo y el gigante más temible se desploma sin ofrecer resistencia.