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[Serie Rescate] Esperanza en el dolorMuestra

[Serie Rescate] Esperanza en el dolor

DÍA 1 DE 4

Alabado sea el Señor

En 1987, una bebé de 18 meses llamada Jessica salió al patio y accidentalmente cayó 6.5 metros en un pozo. Durante 58 horas, toda la nación observó cómo un equipo de rescate cavaba un hoyo al lado del pozo para sacarla. Ronald Reagan dijo que, en esas horas, Estados Unidos se convirtió en los padrinos de Jessica, la bebé. Esta historia capturó los corazones de los estadounidenses, y afortunadamente fue rescatada.

Necesitamos ser rescatados también. Hemos caído en el hoyo de pecado. Hay un rescate que debe suceder en nuestras vidas, y Dios es nuestro salvador. Uno de los mayores rescates que podríamos conocer está escrito en la Biblia. El cielo rescata a la tierra, persona por persona, a través de una relación con Jesucristo.

Pedro escribió un pasaje maravilloso durante un período de tiempo crucial. Fue durante un momento en que la iglesia cristiana era perseguida y había mucho dolor. Fue una década difícil, y Pedro escribe palabras de esperanza para los que sufren. ¿Sabías que hay esperanza en las heridas?

El primer capítulo de 1 Pedro comienza alabando a Dios. Es posible alabar a Dios en tiempos difíciles. Pedro quería que entendiéramos que Dios, quien es rico en misericordia y nos llena de esperanza, es digno de alabanza. Cuando he fallado, he encontrado una gran fuerza en mi vida cuando elijo alabar a Dios. En el fracaso aprendemos algo que nos puede hacer más como él.

Nuestra alabanza a Dios afecta nuestro camino de la vida. Deberíamos alabar a Dios cuando la vida es grandiosa y asombrosa, pero también, alabarlo a través de nuestras pruebas nos enseña algo. Aprendemos más de nuestras pruebas que de nuestros éxitos. Alabar a Dios en tiempos difíciles viene de un lugar más profundo en nuestra alma. Es fácil alabar cuando todo va bien, pero es más difícil cuando las cosas no van tan bien.

Nuestra visión de Jesús determina nuestra alabanza a Dios. Una pequeña visión de Jesús trae consigo alabanzas pequeñas. Haz que tu visión de Cristo sea grande. Comprende que él es más grande que cualquier otra cosa. Él es más grande que tus fracasos. Él es el Hijo de Dios, grande y poderoso. 

Tu alabanza a Dios afecta tu camino de vida. Cuanto más alabes, tu camino de vida te llevará más a Dios, y más lo conocerás.

Escrituras

Día 2