Recupera la identidad de hijo de DiosMuestra

El Padre restaura nuestra identidad 

En la parábola de Lucas vemos que el padre restaura la dignidad de su hijo y lo viste con un vestido nuevo. El padre restaura su integridad y le pone un anillo, al hacer esto le da autoridad al hijo para negociar nuevamente, con eso quería decirle que ahora era responsable, productivo y tenía el privilegio de negociar en su nombre. 

Aunque había sido desordenado y despilfarrador, el padre le devolvió la integridad para que tuviera la capacidad de ver a otros y hacer lo que antes no podía. El padre también restauró el respeto y puso un calzado nuevo. Sus pies estaban preparados para una nueva vida con valores, respeto, obediencia y normas. 

2 Timoteo 1:7 dice: «Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio». 

Ya no vivimos bajo el dominio del temor que es la primera obra del alma que se ve en Adán, Génesis dice: «tuve miedo y me escondí». Dios nos da de nuevo la dignidad, respeto e integridad que fue a través de la obra de su Espíritu.

El amor me lleva a tener dignidad. Es el amor de Dios el que me devuelve la dignidad. Ahora entiendo que soy la imagen de Dios y el amado del Padre porque él me recibió y me puso un nuevo vestido. Cuando no merecía nada y no tenía esa identidad, él me la dio y el amor de Dios es el que concede. Su poder me lleva a tener integridad. Dios nos dice en 2 Timoteo que por su Espíritu ha restaurado en nosotros la dignidad, integridad y respeto. 

El dominio propio me lleva a entender que puedo respetar. Por el Espíritu que tenemos y la capacidad de dominio propio no degradamos a los demás, porque él restauró el respeto. Tengo dominio propio y respeto a las personas. No tengo que gritar, mi alma no gobierna mi vida, porque Dios me dio dominio propio y restauró el respeto. 

Además, por el Espíritu tenemos integridad, que es la capacidad de aceptar nuestros errores. Por lo tanto, tenemos dignidad. Tengo la capacidad de tener una identidad de hijo de Dios basado en los principios del diseño de Dios para el hombre. 

La presencia del Espíritu Santo de Dios reconstruye los valores fundamentales de la vida del ser humano y produce que viva en dignidad, integridad y respeto. 

Este devocional se basó en la predicación del pastor Gerardo Cárdenas, si deseas ver el video del sermón completo, sigue este enlace Clic aquí