Anclado a Tus promesas en medio de la cuarentenaMuestra

Confía y ya no sentirás miedo

Una de mis promesas favoritas de esta temporada está en el Salmo 56 versículo 3 que dice: “Cuando siento miedo, pongo mi confianza en ti; alabo tu Palabra; confío en ti y ya no siento miedo”. Es normal que el miedo trate de tocar la puerta de tu corazón, pero lo que no está bien es que te paralice. En este pasaje, la Biblia nos dice qué hacer ante el miedo: ¡Alabemos Su Palabra y pongamos nuestra confianza en Él!

Alabar significa elogiar. Y cuando tú elogias a Dios, estás resaltando Sus características, declaras quién es Él. Ten fe para creer todo lo que Dios puede hacer. Y si tú le llamas, Sus atributos te van a cubrir para darte lo que tú necesitas de Su Presencia.

Cuando Le adoras; pones Sus poderosas palabras por encima de tus problemas. Cuando adoras Su Palabra, reconoces Su posición de Padre y tú tomas la posición de hijo. Dejas que Él como Papá cuide de ti, y tú cómo hijo te dejas cuidar. 

Para adorar Su Palabra deberás tener fe y creer aún cuando no lo veas, pero sientes Su presencia y estás convencido de que Él te abrazará con Su gran amor. Sabes que, además, te llenará de Su inmensa paz, te sanará y hará milagros de provisión para ti y tu familia.

En el día de hoy, leeremos 2 Crónicas capítulo 20, el cual relata como Josafat y el pueblo de Dios con tan solo alabar a Dios, vieron como el Señor peleó la batalla por ellos y venció a tres pueblos que se habían unido para hacerle guerra al rey de Judá.  Josafat, tuvo temor, pero ante ese sentimiento, decidió consultar al Señor y proclamar ayuno en toda Judá. Todos juntos pidieron ayuda al Señor y tan pronto como empezaron a entonar un cántico de alabanza, el Señor derrotó a los tres enemigos que se habían levantado en oposición. Es más, luego de ver la derrota, ¡tardaron tres días en recoger el botín! Y para celebrar la victoria, se reunieron en un valle para agradecer y glorificar a Dios por Su fidelidad.

¿Quién sabe si Dios usa el hecho de que estamos encerrados en casa como familia frente a este enemigo, para que juntos busquemos Su rostro, reconozcamos que nuestra ayuda viene de Él y declaremos Su grandeza? ¡Sus promesas han sido el mejor regalo que Dios me ha dado en esta cuarentena!¡Qué nuestro hogar se convierta en un valle donde el nombre de Dios sea alabado y engrandecido!