Anclado a Tus promesas en medio de la cuarentenaMuestra

Lámpara es a mis pies Su Palabra

¿Alguna vez has entrado a una habitación que está totalmente oscura y no puedes ver nada? No sabes para dónde vas hasta que alguien prende la luz de la habitación o una linterna para alumbrar el lugar. ¡Qué alivio poder recibir luz y ver donde te encuentras y el camino que debes seguir!

Esto es exactamente lo que hace la Palabra de Dios; viene a alumbrarte el camino. Juan 1 dice que Jesús es la luz y Su Luz vino a disipar las tinieblas. En esta cuarentena que atraviesa el mundo, es fácil sentirse como si estuvieras a oscuras sin saber por dónde vas. Creo que una de las peores cosas que puede experimentar un ser humano es sentirse que ha perdido el control. Esto fue exactamente lo que generó esta pandemia que ataca al mundo. Nos tomó por sorpresa y de la noche a la mañana perdimos el control de las cosas; de nuestro tiempo, economía, proyectos y en mucha gente, hasta de sus emociones. 

¡Pero quiero decirte que Jesús no ha perdido ni perderá el control! A diferencia de nosotros, a Él no le tomó por sorpresa lo que el mundo atraviesa ahora mismo. Todo lo contrario, Jesús es quien tiene la linterna en Sus manos. Su Palabra es esa luz que traerá claridad a tus pensamientos, tus emociones, a tu casa, y a tu familia. 

El libro de los Salmos es el bálsamo que más recomiendo en esta temporada. En especial, los Salmos 91 y 23, los cuales contienen tanta luz que disipan las tinieblas de incertidumbre, y te anclan a la paz de Dios–una paz que sobrepasa todo entendimiento. 

Su Palabra le dará sentido a lo que para ti no tiene sentido en este momento. La ansiedad es como una profecía diabólica que trata de hablar mal de tu futuro para paralizarte y hacerte ver que no habrá ninguna salida ni solución. Pero la paz de Dios viene a traerte luz para decirte: Quédate quieto y mira Su Salvación. Es Dios quien tiene un plan de salida, Él abrirá un camino donde no lo hay. ¿Donde estás anclado ahora mismo? ¡Por favor, ánclate a Sus promesas!